Se cambian los rolex.
No conforme con la rentabilidad de su oficio, el hombre consiguió una changuita aunque esto consistiría también en darle algunos gustos al legislador.
Conocido periodista del ámbito local no muy conforme con el ingreso que le genera su oficio que a veces no es posible desempeñarla honorablemente y su independencia no le ha generado buenas ganancias, habría tomado la decisión de realizar algunas actividades extras que no tendrían nada que ver con su profesión.
Parece que el hombre habría conseguido una changuita por la tarde en la oficina de un conocido legislador, principalmente como un experto operador político (o sea, operaciones políticas).
Y la misma consistiría en atender los teléfonos haciéndose pasar por el legislador, quien después de tantos años que lleva dentro de la Legislatura estaría causando un agudo aburrimiento. Pero a veces la rentabilidad y el poder son herejes.
Mientras el periodista por la tarde, con esta nueva changa que le haría engrosar su bolsillo no tan lleno se trasforma en legislador, éste escribe chimentos de la política en su medio.
