Liberame, liberate.
VER.
La desesperación de la chica no tenía límites cuando se retiró del supermercado céntrico ubicado en la esquina de las calles Malvinas y Santa Fe.
Al ver que su moto, que minutos antes había estacionado en la puerta de acceso, bien asegurada, encadenada y frente a un destacamento policial, ya no estaba; “con vigi en la puerta” como dijera un conocedor del tema seguridad. Y también ante la presencia de la seguridad del supermercado que se encuentra en la puerta.
Pero la moto había desaparecido y nadie había visto nada. Ni la policía, ni la seguridad. Todo ante la desesperación de la chica (Cuqui, sería el nombre de la desdichada), que es una humilde trabajadora que con sus ahorros consiguió la moto para trasladarse, pero que todavía no la había terminado de pagar.
Nadie había visto nada… ni la moto, ni las cadenas, aunque seguramente alguien se tomó su tiempo para romperlas y para subir la moto a su camioneta y llevarla.
Sugerencia: si va al súper, aunque esté frente a un destacamento policial, esté un vigi en la puerta, un patrullero con tres o cuatro policías a 4 metros, y la seguridad del supermercado también esté, desconfíe y no estacione su moto, bicicleta o vehículo, porque si le pasa algo, nadie ve nada.
