Almuerzo del gobernador con los legisladores
El gobernador Sergio Urribarri, estaba rodeado por el vicegobernador José Cáceres, José Allende, presidente de la Cámara, el presidente del bloque en el Senado, Enrique Cresto y Juan Navarro, presidente del bloque.
La reunión entre el gobernador y los diputados y senadores oficialistas se llevó a cabo este mediodía en el Hotel Marán.
El gobernador Sergio Urribarri almorzó con los diputados y senadores y dijo que lo que está haciendo con el municipio de Paraná lo va a hacer en toda la provincia.
El menú fue pollo con ensalada y en la mesa abundaban las gaseosas y el buen vino.
Urribarri llegó tarde a la cita, cerca de las 14:30, y aclaró que estaba reunido con la intendenta de Paraná, Blanca Osuna. Comentó que lo que está haciendo con el municipio de la ciudad, que tiene una fuerte impronta urribarrista, lo hará también en el resto de la provincia.
En una mitad de una mesa redonda, ubicada a modo de cabecera, estaba sentado Sergio Urribarri, rodeado por el vicegobernador José Cáceres, José Allende, presidente de la Cámara, el presidente del bloque en el Senado, Enrique Cresto y Juan Navarro, presidente del bloque.
En la reunión se hicieron presentes todos los legisladores oficialistas, pero algunos esperaron la llegada del gobernador y luego se retiraron. Otros, almorzaron y ya que se hacía tarde y extrañaban la acostumbrada siesta, se fueron sin esperar el postre.
La charla fue distendida y amena, y el gobernador felicitó a todos los senadores y diputados. Algunos presentes comentan que dijo: “yo que fui diputado tengo que reconocer que jamás en la historia los diputados han sacado tantas leyes en tan poco tiempo como han hecho ustedes”.
Pero, por otra parte, también se sinceró y declaró “tengo un pedo atascado desde hace rato, estoy podrido de que salgan a contestar en las paginas”.
Los que estaban presentes se miraban entre sí para ver a quién se refería Urribarri, y otros estaban expectantes para ver si los ojos del gobernador se dirigían a alguien en particular.
Pero de las iniciales del apellido, de la A hasta la V, podría ser cualquiera.
Con respecto a las páginas digitales a las que se refería, a los periodistas que tomen esta publicación, al que le quepa el sayo, que se lo ponga.
Pero más allá de esto, por lo bajo en una mesa bien regada, un grupo de legisladores repetían «el Pato es un genio: por un lado nos da de comer y por el otro nos recorta».
