Allende se enojó y Mautone lo atendió, intervino S V y habría fumata esta semana.

Guerra de pesos pesados

Fuertes intereses en juego, hicieron enfrentar al presidente de la Cámara de Diputados y al empresario dueño del Casino Victoria y El Heraldo.

La respuesta no se hizo esperar y, a través de una editorial publicada este sábado en “El Heraldo”, uno de los diarios más conocidos de la capital el citrus, cuya propiedad es de Daniel Mautone, aprovechando la aprobación de la ley de ingresos públicos, se lo defenestró al diputado, y se habló de su lujoso estilo de vida y de las contradicciones que representa ser diputado y gremialista a la vez, con lo que se desató una guerra que salpicará sus esquirlas.

La publicación no fue antojadiza, sino que vino en respuesta de las declaraciones realizadas por el diputado José Allende, quien en este Portal manifestó, luego de criticar la conocida “Ley Zacarías”, que si bien prohíbe fumar en espacios cerrados, exime de dicha prohibición a los casinos y salas de juego, algo con lo que pretende terminar el legislador de Nogoyá.

Indudablemente, al instalar la prohibición de fumar en dichos espacios, Allende se metió directamente con el negocio del juego en la provincia, puntualmente atacando el bolsillo de Mautone, conocido empresario del rubro y dueño del Casino Victoria, una de las salas más importantes en el suelo entrerriano y peso pesado que supo traer al boxedor Mike Tyson al programa de Marcelo Tinelli y mantiene relaciones de amistad con figuras nacionales.

Un negocio millonario que constantemente es criticado, porque en la generalidad de los casos el juego representa una enfermedad estrechamente relacionada con otra adicción: el tabaquismo.

Es sabido, y solo es cuestión de entrar a una sala de juego para constatarlo, que el fumar y el juego se vinculan en el mismo negocio, y no solo a nivel de adicciones como comentábamos, sino también entrando en el paradigma del empresario de este rubro de que si un fumador tiene que parar de jugar para salir a fumar, interrumpe la lógica de estos lugares, que buscan que la persona se quede sentada jugando sin parar.

La pretensión de Allende, perjudica doblemente a Mautone puntualmente, y no solo por la lógica anterior, sino también porque más del 80% de los ingresos de su Casino se mantienen con los rosarinos, porque si bien estos tienen sus propias salas de juego, en la provincia de Santa Fe la prohibición de fumar las abarca.

Otro que seguramente será salpicado es el diputado Juan Carlos Almada, o “el transportador” como le dicen en el ambiente, -más allá de que no es inalcanzable para el legislador tener el vehículo del protagonista de la película, no sucede lo mismo con su pinta-, encargado de llevar los “mandados” de Mautone a la capital entrerriana, según los mentideros, conocido por lo rápido pero no tanto por lo seguro.

Indudablemente, con el primer ataque de Allende, y el contrataque de Mautone, esta guerra recién empieza, conociendo a los pesos pesados, va a generar secuelas, aunque según algunos mentideros, intervino S.V., un nuevo mediador en la escena, y para que esta semana se siga fumando en paz, inclusive este habría ofrecido su BMW.

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