Ante las dilaciones de la Policía para identificar a los delincuentes
Un ilícito que fue filmado, quedando claras las características de uno de los integrantes de la peligrosa banda, pero que llamativamente no ha podido ser ni identificado ni localizado por las autoridades.
A casi un mes de ocurridos los hechos, continúa sin novedades la investigación sobre el gravísimo hecho que ocurrió en la capital entrerriana donde una organización criminal atacó el edificio del director de este medio en búsqueda de un maletín, único objeto que los mismos exigieron valiéndose de maniobras intimidantes.
Llama la atención que las autoridades que deben acercar los elementos para esclarecer que fue lo que ocurrió y dar con el paradero de los delincuentes, no han dado ningún tipo de respuestas para determinar quienes están detrás de este complejo y grave ilícito.
Una banda delictiva que desplegó tareas de inteligencia previa, conociendo sobre la existencia del elemento exigido para sustraer, con una gran logística y con elementos de comunicación de última generación, que demostró una gran audacia y peligrosidad al ingresar a un edificio con cámaras de seguridad y en una zona fuertemente custodiada por la residencia de importantes funcionarios.
Extorsión y asociación ilícita son las figuras desprendidas del accionar de esta banda delictiva que incluyó mucha logística, uso de tecnología y tareas de inteligencia previas para un único pedido, un maletín.
Un hecho llamativo que intentó asociárselo con un mero cuento del tío, pero que sin embargo no presentó las características de dicha estafa ya que los delincuentes nunca exigieron dinero, sino un maletín, dejando claro que conocían de su existencia como también de sus posibles lugares de ubicación en el edificio, datos claves para la investigación.
Una investigación que cuenta con varias horas de filmación, tanto del interior del edificio como de su exterior, de las cuales surge la cara de uno de los delincuentes, que ingresó y salió con el maletín que fue a buscar, pero que llamativamente no ha podido ser localizado por las autoridades.
Sorprende que con la gravedad del hecho, los responsables del ilícito no aparezcan, apelando las autoridades al paso del tiempo, indudablemente para que la investigación se diluya, que salga del comentario diario y del pedido de esclarecimiento que hoy tiene gran parte de la ciudadanía.
Las imágenes de uno de los delincuentes que ingresó a plena luz el día al edificio ubicado a metros de las residencias de las máximas autoridades de la provincia buscando un maletín, y luego saliendo y dirigiéndose a un automóvil tranquilo, con el maletín, subiéndose al auto y tomando para el lado del Parque, fueron virales en la Provincia; en las mismas se puede observar bien la cara del sujeto, su altura, su fisonomía, y demás características, sin embargo llamativamente las autoridades policiales no pueden aun identificarlo, mucho menos aprehenderlo.
Ante estas dilaciones y la falta de aportes por parte de las autoridades, la Justicia aceptó como querellante al director de este medio, y ahora será parte de la investigación y contribuirá con el material probatorio que, llamativamente, algunos dependencias policiales demoran en enviar.
Más allá de las declaraciones públicas del comisario Jurajuria minimizando el hecho y desmereciéndolo como un “cuento del tío”, lo cierto es que en las primeras líneas investigativas aparecen nombres de delincuentes muy pesados de una importante mafia que opera en la provincia y que tiene lazos y vinculaciones con altos jefes policiales.
Declaraciones del comisario que en nada se condicen con las hipótesis que maneja el fiscal que entiende en la causa. Estafa es el delito en que se encuentra comprendido el «cuento del tío», sin embargo en la investigación de este hecho se habla de extorsión y asociación ilícita.
Conexiones y nombres que conoce de su existencia la propia fuerza de seguridad de la provincia, como también la ministra de gobierno que asimismo tiene una amplísima trayectoria como abogada y con una gran experiencia en lo penal y fuertes vinculaciones en el órgano encargado de investigar los delitos como lo es Fiscalía.
Un hecho, como ningún otro, que no debe ser olvidado, estando obligados y siendo responsables las autoridades a dar la cara, máxime cuando el director de investigaciones sale en los medios a minimizar.
Una situación que no deja para nada bien paradas a las instituciones teniendo la responsabilidad las instituciones de aclarar que fue lo que paso, aunque sea para despejar las sospechas de que hubo connivencia o incapacidad de esclarecer, porque con ponerse a disposición no alcanza.