Según dejaron trascender, un familiar cercano a Bantar se habría contagiado del virus, presuntamente en una reunión social, las mismas por las que los empleados denuncian persecuciones y amenazas.
Los trabajadores del Hospital San Martín estallan de bronca por estos días debido a los ya reiterados desmanejos y destratos que sostienen sufrir de parte del director, Carlos Bantar.
Las gotas que hicieron rebalsar el vaso fueron, por un lado las marchas y contramarchas con la quita del bono de cinco mil pesos si se pedían las licencias profilácticas, y por el otro, el aislamiento del doctor.
La bronca de los trabajadores surge del hecho de que, ante los medios, Bantar afirma que los contagios del personal sanitario no se dan dentro del nosocomio, sino que se producen en reuniones sociales, comenta el personal.
Sin embargo, los empleados del Hospital acusan al director porque habría hecho a todos retomar las labores, aunque integren o no grupos de riesgo frente al coronavirus.
Pero, más allá de la persecución que los trabajadores sostienen que el director hace de quienes contraen el virus para acusarlos de que se dan en reuniones sociales, una familiar cercana al doctor, se habría contagiado justamente en este tipo de encuentros, según dejaron trascender.
Es por ello que los trabajadores hablan de una doble vara cuando el contagio afecta al personal sanitario o cuando tiene que ver con su familia.
Por ese contacto estrecho, hoy el director se encuentra en aislamiento a la espera de conocer si él mismo contrajo el virus, según sostienen los trabajadores, que prefieren no dar a conocer su identidad porque aseguran que son perseguidos y amenazados fuertemente por Bantar.
Uno de los grandes enojos de parte del personal se dio la semana pasada, cuando mediante una resolución interna, en el Hospital se anunció que quienes solicitaran licencias profilácticas verían descontado el bono de cinco mil pesos para personal de salud.
La circulación interna de esa resolución generó mucha bronca entre los trabajadores, por lo que finalmente las autoridades terminaron por dar marcha atrás con la medida, aunque la rabia persiste.
Además, sostienen los empleados que a situación que atraviesan quienes, por tener alguna patología previa, pertenecen a los llamados grupos de riesgo, es gravísima.
En esos casos, son obligados a optar entre preservar su salud o buscar mejorar su remuneración, ya que si toman licencia sufren significativos descuentos.
Se estima que alrededor de 10 mil pesos pierden estos trabajadores entre horario atípico, presentismo, bono y demás, por el hecho de no poder trabajar por su condición de salud, por lo que prácticamente son forzados a volver a sus labores, aun poniendo en riesgo su salud.
Esta situación, sumada a las idas y vueltas con el bono de cinco mil, y a la persecución que afirman sufrir los trabajadores que manifiestan su descontento con la situación laboral actual, ha generado que hoy el San Martín sea un hervidero.
Para peor, el director actualmente se encontraría aislado y no puede recibir los reclamos de los trabajadores.
Lo grave, sostiene el personal, es que la causa del contagio de su familiar sería nada más ni nada menos que una reunión social, por las cuales el director es acusado de perseguir a los trabajadores.
1 comentario
Si a mi me descuentan 10000 pesos con una hija menor y mi esposo discapacitado.