Sobreactuación con fines políticos: Mientras AJER profundiza por estas horas el plan de lucha en pos de reivindicaciones salariales cumpliendo el rol que tiene que cumplir, y poniendo lo que hay que poner arriba de la mesa, la Presidenta y el Consejo Directivo de la Asociación de la Magistratura prefieren distraer las energías y su tiempo y el de los demás, repetidamente lejos de enfrentamientos con el poder político. La consigna es no hacer olas, ni generar ruidos.
En esa maniobra intentan por todos los medios y de paso, darle una mano a la Vocal, Susana Medina en su denuncia contra Emilio Castrillón, que según dijo una fuente inobjetable, está muy floja de papeles. La misma consiste en un chat que nadie lo leyó (incluyendo los fiscales) no les impresionó como un episodio que merezca ser catalogado como violencia de género, La investigación está en curso, y por ende, con final abierto.
Quizás supone Gabriela López Arango y quienes la secundan,- que no dijeron absolutamente nada ante gravísimas acusaciones en contra de otros asociados (caso de la menor que presuntamente individualizó a un defensor en Cámara Gesell, o los otros defensores que se fotografiaron en el medio de un juicio de femicidio, por ejemplo) que en ésta circunstancia sacará agua para su propio molino, haciendo suya la frase que a río revuelto, ganancia de pescador.
Quizás con algún guiño del poder político, -que juega a dividir aun más al agrietado Poder Judicial, (lo necesitan para que, por ejemplo, el proyecto de Marcelo Casaretto vea luz y la totalidad de la magistratura pague ganancias) entiende que será la beneficiaria de la vacante, si la embestida finalmente les sale bien y logran desplazar a Castrillón, por una pelea con vecinos de la que resultó lastimado y una sobreactuada denuncia de presiones,- que son más bien recriminaciones, cuando en realidad quienes presionaron con el comunicado que emitieron fueron los mismos integrantes del Consejo Directivo quienes violentaron para algunos entendidos, flagrantemente los Estatutos, al inmiscuirse directamente en causas que están en trámite. Otra vez más y van varias, actuando ligeramente, muy lejos de la prudencia, la templanza y la mesura que debe guiar la actuación judicial.
La misma López Arango en su misiva, muestra entre líneas la endeblez en cuanto a transparencia del sistema implementado por el Consejo de la Magistratura en la selección de jueces, que fuera denunciado por la Sala Penal del STJER recientemente (que funciona en la órbita del Ejecutivo) , ya que subraya sobremanera para agravar la situación, el hecho que la Dra. Morales ocupa interinamente una vocalía de la Cámara Civil llamada a concurso por el Consejo de la Magistratura de Entre Ríos, no explicando la nota que tiene que ver Castrillón con eso.
Siguiendo la lógica y la línea argumental de López Arango, si el hecho de que Morales está enfrentada con Castrillón puede perjudicarla, habilitaría a los lectores y a las lectoras a suponer, que el hecho de ser amiga de Susana Medina, por ejemplo, la podría beneficiar, Un viejo refrán diría que a confesión de parte, relevo de pruebas.
Para colmo de males, tamaño desatino se agiganta, cuando a sabiendas pide a un órgano manifiestamente incompetente (como lo es el STJER) que tome medidas disciplinarias, sin siquiera haber tomado medidas disciplinarias desde esa asociación, en una forma de decir haz lo que digo y no lo que hago, en una clara jugada que pretende ser un golpe de efecto, para mediatizar el reclamo.
Este circo mediático que nos propone la justicia entrerriana, haciendo un mal libreto de Gomez Bolaños en su tira comica de una vecindad mexicana, pero con ribetes de perspectiva de género, que no llenarían ni un café concert, con asistentes (los contribuyentes), deseosos que les devuelvan el valor de la entrada (impuestos), por estar poco o nada satisfechos con la obra, léase esto, como la carencia o poco acceso a la justicia de parte del común de los ciudadanos, y que es una constante en los reclamos de la sociedad.
(Por Julio César de las Mercedes – Diario del SUR Digital)