Más allá de los mensajes del gobernador y sus funcionarios que buscan tranquilizar a la población, el sistema sanitario está colapsado.
El sistema sanitario provincial, por la pandemia y por las desinversiones crónicas presenta una situación sumamente preocupante, con una ocupación en su totalidad de las camas de terapia intensiva e intermedia.
A pesar de los mensajes oficiales que buscan llevar tranquilidad a la ciudadanía, lo concreto es que el colapso del sistema sanitario provincial es un hecho, que hace que ciudadanos entrerrianos se queden sin la posibilidad de acceder a él.
Este domingo ocurrió un hecho que sorprendió y sacudió al microclima político: el fallecimiento de la ex funcionaria Mercedes Basso, que incluso fue directora de despacho durante varios años en la gobernación de Jorge Pedro Busti y ocupó cargos en la secretaria de Salud cuando Gustavo Bordet era ministro.
La mujer, que estaba vacunada contra el coronavirus, semana pasada, presentó una fuerte dolencia de salud, que hizo que su cuadro se complicara súbitamente pero tuvo que peregrinar por diferentes efectores del sistema de salud de la capital provincial para poder acceder a una cama para su internación.
Finalmente, fue aceptada en el Hospital Militar, que también depende del Estado, aunque se supone que las gestiones las hizo Busti, porque era sabido durante su gestión como gobernador que ella era quien corría para todos lados.
La cara visible para que ella ingresara al Hospital Militar, según pudo saber este Portal, fue un ex funcionario importante de salud de la provincia y así lograron conseguirle una cama, aunque se estima que a través del intermedio de Busti.
Hoy se escucha a director del Hospital San Martín, el doctor Bantar, a la ministra de Salud, Sonia Velázquez, a la secretaria de Salud, Carina Reh, al gobernador Gustavo Bordet y a otros funcionarios que afirman que en Entre Ríos todavía no colapsó el sistema sanitario y que hay camas disponibles.
Sin embargo, cabe preguntarse, si la situación es como ellos afirman, por qué Mercedes Basso y tantos otros entrerrianos tienen que hacer largos peregrinajes para acceder al sistema de salud y poder tratarse.
Por las gestiones de sus allegados, Basso logró ser aceptada e internarse, pero falleció el domingo debido a la gravedad de su cuadro.
Se trata de una persona muy allegada al ex gobernador Jorge Busti y del actual gobernador Bordet y muchos funcionarios provinciales, que por ese motivo pudo recibir un tratamiento, algo que la gran mayoría de los entrerrianos no puede hacer en estos momentos.
Hoy el sistema de salud está colapsado por la falta de inversión, porque siempre fue dejado de lado, porque siempre se usó como un botín de la política.
Actualmente, el 70% de los empleados del sistema sanitario son administrativos, el otro 30% son profesionales de las diferentes áreas y especializaciones de salud.
El sistema sanitario provincial siempre fue dejado de lado, a un punto irracional: los médicos entrerrianos tienen que salir a protestar porque ganan 40 mil pesos, incluso en medio de la pandemia, mientras hay funcionarios que cobran 700 mil pesos y no van a trabajar, otros que tienen tres sueldos y se llevan más de un millón de pesos y tampoco se los ve por las oficinas, y un legislador le cuesta a la provincia casi 6 millones de pesos por mes.
En medio de una pandemia que se lleva vidas todos los días, un medico cobra 40 mil pesos, frente a funcionarios multimillonarios: lo irracional de la política.
José Carlos Halle, titular del EPRE se lleva 700 mil pesos por mes aunque de energía no tiene conocimientos ni formación, y se va a jubilar con eso.
Un legislador cuesta 5,8 millones por mes, y lo que cabe preguntarse es para qué sirve la Legislatura si en los hospitales no hay camas, no hay insumos.
Incluso en una pandemia de la que no se sabe cuál será la salida se mira el negocio primero, la visión empresarial de la política, los sobreprecios en la compra de insumos y medicamentos.
En la provincia, el encargado de la relación con las droguerías es Beto Garamendi, de Concordia, ex lobista del gobierno de Jorge Busti como presidente del Zafra.
Según comentan empresarios privados y funcionarios, hoy es lobista del gobernador Bordet y del gobierno, como asesor ad honorem se encarga de digitar compras y contrataciones.
Es más, ni siquiera tiene una oficina en la estructura del gobierno provincial, es lobista y se encarga de los negociados con las compras de medicamentos e insumos de salud.
La pandemia puso en evidencia las graves falencias que el sistema sanitario provincial arrastra desde hace tiempo por las desinversiones.
Actualmente, en la provincia hay solamente 25 especialistas en terapia intensiva, que hacen turnos de 4 por 24, porque requiere especialización el manejo de los aparatos de terapia intensiva, cuya formación requiere cuatro años pero no se invierte para que se formen los profesionales.
Los médicos y personal de salud están exhaustos porque trabajan guardias eternas, y la contracara son los negociantes, que siempre hubo como empresarios y funcionarios que buscan los negociados, avalados por legisladores que levantan la mano según cuántos contratos les dan.
Este domingo, Mercedes Basso falleció después de peregrinar por toda la ciudad buscando una cama para internarse, por sus contactos, finalmente pudo lograr acceder al sistema sanitario provincial.
Sin embargo, en medio de una pandemia que no da tregua, hay entrerrianos que no pueden acceder al sistema sanitario, hay vidas que se pierden por la visión empresarial de la política.
1 comentario
EN ESTOS CASOS NO SE TIENE EN CUANTA EL CODIGO POLITICO,,, SI HAY CAMAS O NO,,,