“Certezas y dudas en la provincia para después de las PASO que marcarán un quiebre: Habrá algo más que ganadores y perdedores”.

Es un buen momento, en ésta veda electoral, para hacer especulaciones genéricas y semblantear el paisaje del mapa político provincial que se dará a partir ésta noche, (si la diferencia es amplia en favor de una fuerza) o de mañana a la mañana, (si el final es ajustado o reñido). Proponemos un ejercicio que supone fantasear con posibles escenarios. Pero pese a la incertidumbre del futuro, contamos con varias certezas.

Una de las seguridades que nos animamos a afirmar es que a diferencia de lo que se especula a nivel nacional, en la provincia nada será igual que hasta ahora luego de esa encuesta a gran escala como se denominan las PASO. Marcará un quiebre.

Otra certeza es que hoy domingo será un día en el que el pronóstico meteorológico indica que las condiciones reinantes son ideales para ir a votar: sin lluvias, con una temperatura primaveral, muy agradable, lo que hace suponer que la participación será en un alto porcentaje del padrón. El dato es significativo, pues podrían verse favorecidas las estructuras que no mueven “aparatos”
Siguiendo con lo que es seguro, la lectura inmediata del test ofrecerá, tanto puertas adentro como puertas afuera de las opciones mayoritarias, nuevos liderazgos con proyecciones de poder. Ellas emergerán cierta e inexorablemente

Del lado del oficialismo eso es obvio: Bordet no tiene reelección, las realidades políticas de Busti y de Urribarri (ex Gobernadores con pasados poderosos) también los descartan para que tengan chances de serlo. Quedará limpio el horizonte de ellos tres para perfilar con rigor o base en la realidad, candidaturas concretas. Analicemos por separado a las principales figuras, pivoteando en diferentes ejes:

En la semana Urchueguía (Ex – Intendente de Viale) sostenía ante quien lo quiera escuchar que será el Intendente de Paraná (Ex Vice Gobernador), Adrián Bahl el próximo gobernador. Para eso si o si es necesario como condición “sine qua non” ganar la ciudad y en el departamento Paraná aunque sea por un voto. Si no sus chances se desvanecen, se derriten como una velita en medio de un apagón. “Si gana es Gardel” dijo uno de sus colaboradores con esperanza e ilusión. En cambio si pierde, puede ocurrir todo lo contrario: que su imagen sea fagocitada rápidamente por la misma estructura del Poder del PJ local, donde el canibalismo político por instinto de supervivencia lo tenga que deglutir para subsistir. Se verá forzado a generar ese espacio otras alternativas. Es una muestra de la dinámica de la política: Pasaría de tener la sensación de “tocar el cielo con las manos” cuando desbancó al extinto Sergio Varisco luego de esa pésima gestión con problemas penales en el medio, a ser en la jerga política simplemente “boleta”. Ni él ni ninguna otra persona paranaense encontrarían, luego de tal fracaso, la chance de conducir al justicialismo provincial en éste nuevo proceso. Son 36 Juntas de Gobierno y 12 municipios de primera de los cuales solo Tabossi, El Pingo y Colonia Avellaneda Gobierna el PJ.

Piaggio y Bahilo se juegan sus cartas juntos pero a su vez separados. Juntos, porque son los dos de Gualeguaychú, y en eso la suerte los une también si pierden, siendo para ellos tormentoso el futuro. Separados debido a que querrá cada uno adueñarse de la victoria si ganan en ese terruño. Además, una derrota del Kirchnerista Piaggio si a su vez la lista (inminentemente K) no gana, traería como dato extra que esa facción estaría debilitada, sin energías para imponer quien encabece la fórmula. El Ministro y posible alternativa por su cercanía con el Gobernador, también sería notoriamente dañado..

Otra que se apuesta a un pleno su capital político en serio es la Vice – Gobernadora, que usó tono electoral como lanzando su candidatura propia en el acto del jueves. Sin caudal territorial importante porque no son tantos los que votan en Departamento Victoria , al menos tendría que asegurarse un triunfo resonante, por amplio margen , para que sus sueños o anhelos de ser la primera mujer en gobernar la provincia no se esfumen . La tiene difícil ya que está sacudida por la llamada causa de los subsidios truchos.

Enrique Cresto (actual Intendente de la Capital del Peronismo, Concordia en uso de licencia y primer candidato a Diputado Nacional) mostró temple y valentía para abrazar un hierro caliente, y meterse una mochila de plomo en el lomo cuando aceptó el pedido de Fernández cuando otros se borraron. Se ganó la simpatía y el aprecio con tal gesto no sólo del Presidente, sino también de la poderosa Cristina Fernández. Tiene para alivianar la carga en la carrera a la Gobernación al menos que ganar bien en Concordia y si pierde la provincia, tiene que ser por poco margen. Si gana la provincia, tendrá que mirar el resultado del Departamento Paraná, para ver si allí tiene un rival de fuste. Si pierde Concordia no puede pasar ni por el puente Alvear, ni siquiera para volver, dijo un allegado.

Si los nombrados apuestan mucho, Bordet, muchísimo o todo. Quedaría muy lastimado políticamente por una derrota. Algunos verían como reales aquellos fantasmas que se agitaron con el denominado “operativo entrega”. Le pasarían varias facturas por ser el auténtico paladín de la derrota. Le colgarían el sayo de ser aliado de Frigerio o sea traidor. Le acarrearía problemas adicionales con el Gobierno Nacional, lo que repercutiría asimismo en la gobernabilidad de la provincia (que siempre necesita fondos de la Nación). Su mano derecha Kueider (Jefe de Campaña de Cresto) saldría mal parado. Ramírez Montrul activaría contra él una causa (por pautas publicitarias) que dejaría la famosa causa de “la Vaca” convertida en un “Tapichi”, dijo entre risas un alto funcionario que conoce las dos.- Si gana el Gobernador, tendrá la chance de ser el gran elector de su sucesor y de esa forma tratar de conservar una porción del poder
En el otro rincón, en Cambiemos todo parecería estar bastante más despejado o claro. Si gana Frigerio la interna comenzaría la carrera para suceder a Bordet y lo mismo ocurre a la inversa, si es Galimberti quien levanta los brazos en señal de triunfo, todo si es que a su vez entre los dos ganan la general.

Sin embargo si entre ambos no vencen al oficialismo, Cambiemos parecería que no le puede ganar nunca más y esas figuras caerían estrepitosamente. Las elecciones llegan en circunstancias muy favorables o propicias para que puedan competir con éxito los opositores: en contexto de pandemia, con crisis económica y de vacunas hasta hace poco y variados escándalos. Si no aprovechan que tienen los planetas alineados en una conjunción perfecta difícil de imaginar hace poco y casi imposible de predecir que se puede repetir, sería una catástrofe para sus ambiciones.

Buen clima, alto nivel de participación, datos relevantes para desandar el camino de cara al futuro, con ganadores y perdedores arrojarán las PASO con nuevos liderazgos emergentes. Es seguro que en el día después, nada será como es hasta hoy.

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