¿Me compro y me vendo? Cuando lo público se confunde con lo privado

Una grave denuncia sería inminentemente presentada en la justicia contra un alto funcionario municipal.

Ocurre que durante los 8 primeros meses de la gestión del Intendente Adán Bahl le compró desde su área, al corralón de su mujer, mejor dicho de su suegro, por cifras millonarias, distintos materiales que van desde pinturas, hierros, cemento, hasta herramientas (para que te quede claro, el hombre del poder se posaba en ambos lados del mostrador, como comprador y vendedor a la vez).

Según los denunciantes, aparentemente esta gravísima irregularidad habría sido advertida por algunos asesores legales, y ante esto para evitar que alguien se avive y haga la denuncia, habrían decidido no dejar de comprar, pero sí, adivinaste: habrían cambiado el comprador, (otra dependencia municipal) y el vendedor seguiría siendo exactamente el propietario de la misma empresa (corralón).

Según dejaron trascender estas fuentes confiables, de unas 1400 compras realizadas, 1300 serían al corralón del familiar del importante funcionario.

Cambiaron solamente el comprador, que ahora es otro funcionario que no tiene parentesco con el empresario.

Esta metodología no sería nada nueva para los involucrados, ya que según nos advirtieron, aparentemente, ese alto funcionario ya lo venía haciendo desde otro cargo en el periodo 2015 al 2019 pero desde la provincia comandada por ese entonces por Sergio Urribarri, con la complicidad o por lo menos autorización de sus superiores, entre los que se habría encontrado también el actual intendente.