Editorial Programa
Después de muchos cruces y acusaciones, en la noche de ayer se reformó la ley 3001 de los municipios y con esto los intendentes de 1º categoría van a poder ser reelegidos en los parajes donde realicen su trabajo – Esto se logró después de batallar arduamente y quebrando la oposición manifiesta de los 6 senadores rebeldes del PJ, quienes finalmente se sumaron a la media sanción que venía de Diputados.
Todas las posturas previas y las criticas anteriores quedaron de lado cuando hubo que poner la carne en el asador, lo cual aparece como un triunfo de Busti sobre la dura oposición interna, aunque muchos salieron a adjudicarse esta victoria (Legisladores e Intendentes)). Lo que queda en claro es que si bien los 6 senadores rebeldes quedaron sabiendo que sumarían a la UCR Y al Nuevo Espacio, y terminarían siendo mayoría.
La aprobación de la nueva ley estuvo por peligrar, pero muchos se dieron cuenta de lo necesaria que es para garantizar el dibujo interno de lo que se viene, es por esto que debía salir «si o si». La semana que viene no servia su aprobación ya que se sumaria al lanzamiento de la candidatura de Urribarri, además de adosarse al cronograma electoral de por medio.
Aun así, lo que hubiese sido una dura derrota para Busti en su plan de gobierno, no lo fue. Pero es sabido que de no haber salido la reforma de la ley 3001, en estos días el panorama a futuro del mandatario provincial hubiese sido muy negro, dado que es conocido que esta acostumbrado a jugarse por todo y al limite y esta vez, le salió como esperaba.
El costo lo sufrió el senador Strassera, quien se descompuso de mala manera, sufriendo un pico de presión más que importante. La discusión con sus pares rebeldes para tratar de cambiar esas opiniones fue de alto voltaje, más que nada con el presidente del bloque, que aun sigue siéndolo.
Más allá de la media palabra de estos, antes de la aprobación de la ley, Busti los reunió y ante su fija mirada se cerró el trato de la conformidad final, por lo visto, el gobernador tuvo que insistir bastante ya que no confía en mucho de ellos. La presión sufrida por los senadores rebeldes fue muy fuerte, y estos debieron deponer la actitud tomada en primera instancia para resolver el voto sobre tablas.
Luego de la aprobación, bajó el aplauso de Busti, Urribarri y muchos intendentes implicados, como el caso de Vázquez, Jourdan, Boninn y Toller entre otros, hacia aquellos que habían decidido oponerse a esta norma. Pero estos aplausos y hurras sonaron como cachetazos en las nalgas de aquellos que en alguna instancia optaron por el no pero se corrieron hacia el si.
Lo cierto es que así como el recinto estuvo lleno de intendentes de localidades menores de la provincia, faltaron los representantes municipales de los mayores departamentos de la provincia, tal el caso de Cresto por Concordia, Solanas por Paraná, Jodor por Gualeguay, y Darrichón de Diamante, entre las ausencias mas notables. Estos se sumaron a la postura primera de los senadores rebeldes, pero al final fueron estos quienes se volvieron sobre sus pasos. Lo cierto es que esto de dar marcha atrás y volverse sobre lo negado, aprobando la ley que tanto se había criticado, ¿puede ser una costumbre a futuro, en el caso de Urribarri?
Como dijo el filósofo: “el hombre se descubre cuando se mide con un obstáculo”
Ricardo David