Primeros choques entre el oficialismo y la oposición, en la Casa Rosada .

Cresto no fué invitado por la Provincia , si por la Nación

Aquello que en primera instancia, parecía ser un felíz acto de Gobierno Provincial a partir de la firma del contrato con la empresa adjudicataria que construirá la Nueva Costanera de la ciudad de Concordia, gracias al apoyo de Néstor Kirchner, desencadenó el primer conflicto de orden institucional de cara a las elecciones que se vienen en la provincia de Entre Ríos.

El gobernador Jorge Busti participó, junto Sergio Urribarri y Eduardo Lauritto, además de Blanca Osuna, del acto que formaliza el comienzo de los trabajos que comprenden una superficie equivalente a la superficie del Parque Urquiza y generará durante 18 meses unos 150 puestos de trabajo en forma directa y otros 1.000 en forma indirecta.

Lo cierto es que en el mismo recinto se encontraban también el actual intendente de Concordia, Juan Carlos Cresto con su esposa, la Senadora Nacional Laura Pass de Cresto quienes fueron invitados por el Gobierno Nacional pero no así por el protocolo del Gobierno Provincial. Nadie se esperaba que Cresto, quien en estos días saliese al ruedo electoral anunciando su apoyo a la fórmula opositora de Solanas-Cresto, estuviese en el mismo recinto que Busti y su trouppe, por lo que las miradas extrañadas corrieron de una punta a otra del salón.

Juan Carlos Cresto y Laura Pass de Cresto, recibieron sendas salutaciones de parte del Presidente Kirchner y el resto de funcionarios nacionales, pese a que como se supo, estos no fueron invitados por el gobierno de la Provincia para asistir a este acto, pero si por el Gobierno Nacional. Esta situación llamativa se vió reflejada en las caras de los presentes, quienes no entendían la presencia del Intendente de Concordia y denotaron una sorpresa real por su asistencia a dicho acto.

Lo cierto es que en épocas de campaña, cualquier excusa es suficiente para hacer proselitismo y parece ser que para el oficialismo, cualquier inauguración de obra viene bien para sacar chapa frente a sus adversarios locales. Aun así, es muy llamativo como los coletazos de la pelea electoral llegaron, sorpresivamente hasta la Casa Rosada, mezclando así, lo institucional con lo político.

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