EDITORIAL PROGRAMA «DE FRENTE»
Todos los sectores a full poniendo el resto en el último tramo de campaña.
Desde el oficialismo, Jorge Busti realizó un hecho inesperado para esta época del año: le otorgó un aumento de sueldo a los empleados públicos. Algo impensado y más en un mes chato como Febrero, donde nadie reclama, nadie moviliza y abundan los bostezo. Pero este, es un mes electoral y se juega todo.
Mientras, desde la principal oposición, Solanas ordenó a sus funcionarios tomar escobas y guadañas. Y si los empleados no lo quieren hacer por orden del Sindicato (recordemos que el Secretario General Hugo Vázquez, es candidato a Diputado de Busti y Urribarri) a arremangarse y salir a juntar la basura y cortar los yuyos como sea.
Esto habla a las claras de los tiempo que se viven y de las urgencias.
Los Radicales vieron esfumarse las esperanzas y las chances provinciales para derrotar al oficialismo (Busti). Consientes de que la pelea es entre los dos PJ, ponen todos su esfuerzos en las candidaturas locales. Y las directivas están dadas: LIBEREN HACIA ARRIBA.
Continuamente se escucha decir: “acuerden con el que sea”. Especialmente en Paraná donde se busca que el corte sea histórico. La esperanza es llegar a los 30.000 votos. Por lo que ya hay sectores muy cercanos a Varisco liberando con Solanas, a la vez que dirigentes del Bustismo y de Urribarri también se acercan al candidato Radical.
Discurso difícil para el candidato Radical Sergio Varisco, porque dadas las circunstancias seguramente no podrá criticar ni a Solanas ni a Urribarri, sino difícilmente un bustista o un solanista acepte cortar la boleta.
Así se demuestra que hoy nadie tiene la batacada, que todo está por verse, especialmente se está a la espera de la actitud que tomará el electorado en los últimos días. Esto es así aunque las encuestas difundidas por el oficialismo aseguren que de intención de voto, Urribarri-Laurito tiene el 38% mientras que Solanas-Cresto el 12%. Y 26 puntos de diferencia son algo cercano a los 200.000 votos.
A un mes de la elección y con una diferencia como esta, lo normal sería que en vez de aumentarles 15% el sueldo a los empleados provinciales, les descuenten el mismo monto como porcentaje para la campaña, y más en un mes como Febrero cuando todos hacen la siesta.
O quizás Solanas, que desde su sector asegura que se va a imponer cómodamente en la Provincia -o por paliza, según Berthet, Cresto y Cía-, entonces no tendría que sacar a sus funcionarios a la calle.
Más allá de lo que se declame y asegure, no es fácil ni para uno ni para otro.
En definitiva, como dice aquel viejo refrán: «Del dicho al hecho hay un trecho».
Ricardo David.
