Si la relación entre el Estado provincial y las empresas que giran en la órbita de este ha sido, desde siempre, oscura y serios tintes de corruptela, hoy la provincia de Entre Ríos no es la excepción de la regla.
Desde la nacionalización de EDEERSA, y la puesta en manos de esta desde el Estado, las cuestiones de orden critico que tienen que ver con su funcionamiento han sido muy conocidas y los ejemplos abundan en esto de dar muestra en el porque de algunos manejos espurios.
Hoy, en la ciudad de Paraná, las cuadrillas que recorren sus calles en pos de verificar el mejor funcionamiento de este necesario servicio, cuando salen a realizar sus recorridas puesto que pueden pasar meses sin noticias de estos, se encuentran en una situación legal poco seria demostrando así los negociados y tranzas dentro de este organismo.
Consultados varios agentes para conocer bajo que relación de dependencia se encuentran estos trabajadores, los mismos responden que sus contratos se dan bajo la orden de una contratista que los ha ordenado en el Sindicato de la UOCRA, Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina; muy lejos de lo que corresponde por ley y por los servicios que estos llevan a cabo.
Lo cierto es que la situación fraudulenta tiene como objetivo evadir dinero, brindando un servicio que no corresponde puesto que estos trabajadores enrolados bajo la UOCRA tienen como finalidad roles que no les corresponden como tal, dándose una llamativa y engañosa relación entre el Estado, la empresa, los trabajadores y los sindicatos, poniendo en peligro a aquellos ciudadanos que exigen tal servicio.
