Diputado en apuros…
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Son conocidos los placeres y las posibilidades de juerga que permiten las grandes ciudades de nuestro país, y mucho más aquellas que están ligadas al disfrute de la noche y todas las tentaciones que esta pone al alcance de la mano de aquellos que desean disfrutarla con pasión.
Lo cierto es que siendo actualmente Diputado Provincial y reelecto por un mandato más, uno de los representantes de la Cámara Baja Provincial aprovechó un viajecito por Buenos Aires para darse los gustos, que en una ciudad como la nuestra, parece no encontrar.
Este Legislador, según comentaron acompañantes del mismo, en una larga noche de juerga y de descontrol considerable, no pudo mantener la cordura y el recato necesario para estar como corresponde en un conocido lugar de San Isidro y dadas sus actitudes fue acompañado por su secretario y chófer fuera de establecimiento para no seguir haciendo papelones.
Según se comentó, este Diputado, por el exceso de alcohol que tenía en su cuerpo, terminó no pudiendo retener todo aquello que había consumido con anterioridad y venció la posibilidad que sus esfínteres le permitía. Según se ha dado a conocer en voz baja, este individuo terminó por orinarse y defecarse sobre sus ropas aún puestas, ensuciándose por completo y dando un espectáculo dantesco frente a la mirada de propios y extraños.
Al parecer sus acompañantes, viendo el panorama con sus propios ojos, intentaron que el mamarracho vivido no fuese mayor, subiéndolo a su VW Passat ultimo modelo, donde el actual Diputado Provincial descansó por algunos minutos mientras su secretario y acompañantes trataban de arreglar semejante bochorno, pero no pudiendo impedir que el olor que emanaba su indumentaria se fuese, con el correspondiente asco.
Aún así, el mismísimo borrachín intentó reincorporarse y volver a donde estaba para asearse de mejor modo, también se esforzó por manejar el coche de su propiedad pero quienes lo acompañaban lo llevaron al alojamiento que estaban ocupando, mientras el Legislador cabeceaba de lado a lado en el lugar de acompañante, babeando a más no poder.
