Lo que dejó la visita de Cristina
La sorpresa no fue solamente en la nación, también en la provincia, ya que estuvieron los cinco intendentes del FEF, para beneplácito de algunos y los pelos de punta de otros.
La visita de Cristina Fernández de Kirchner, que en un principio era solamente la inauguración de algunos tramos de la Ruta Nacional 14, terminó convirtiéndose en uno de los actos políticos más importantes de la provincia en una visita presidencial.
Lo anecdótico del acto es la cantidad de gente que asistió: muchos menos que en el anterior realizado en la provincia, ya que en este momento no hay motivación electoral para una movilización.
Hasta aquí, en los actos que encabeza Cristina en diferentes puntos del país, la cadena nacional cubría únicamente sus discursos, pero en Concordia fue diferente: Urribarri habló durante casi 15 minutos y fue transmitido en su totalidad por Canal 7.
Por lo visto hasta ahora, la presidenta no le presta el micrófono ni comparte el protagonismo con nadie, pero lo hecho con Urribarri dejó para muchos un mensaje claro.
En caso de que no se dé la re-reelección a nivel nacional, los candidatos anotados dentro del kirchnerismo en la carrera por la sucesión no le meten miedo a nadie.
En términos políticos, detrás de Cristina no hay nada, pero no escaparon a los analistas a nivel nacional los elogios mutuos que se dirigían la presidenta y el gobernador de Entre Ríos.
Lo que más llamó la atención fue que CFK le cediera a Urribarri un espacio para su discurso en plena cadena nacional para todo el país, algo inédito.
Quizás muchos integrantes del gabinete de la presidenta y algunos gobernadores quedaron sorprendidos por este hecho.
Pero es para tener en cuenta que el momento más complicado para los Kirchner fue el conflicto con el campo en 2008, cuyo epicentro era Entre Ríos, donde Urribarri había asumido pocos meses antes y el caudillo en ese momento era Jorge Busti.
El líder del FEF presidía la Cámara de Diputados y manejaba el Senado, donde tenía la mayoría y la presidencia del bloque, con el ultrabustista Héctor Strassera, y además era el presidente del PJ a nivel provincial.
Urribarri no sólo tenía la oposición de la UCR y demás partidos políticos, sino que también tenía en su contra al propio PJ, encabezado nada más ni nada menos que por Jorge Busti.
En ese momento, durante el conflicto por la Resolución 125, nadie daba un peso por el gobierno de Cristina, que transcurría su primera presidencia acompañada por Néstor.
En ese contexto, Urribarri se mantuvo leal al gobierno nacional cuando más fácil hubiera sido estar en la vereda de enfrente como hicieron muchos dentro del PJ; o poner un huevo en cada canasta como hicieron otros gobernadores o dirigentes, que mantenían buena relación tanto con la presidenta como con dirigentes ruralistas; y otra opción hubiera sido dar un paso al costado.
Entre los que jugaron a dos puntas se encuentra el caso de Scioli y de otros gobernadores, que mantuvieron una buena relación con el duhaldismo y la Federación Agraria y con el gobierno nacional.
Otros, como Alberto Fernández, simplemente se fueron. Cuando el vicepresidente Julio Cobos se dio vuelta y votó en contra de la 125, el entonces jefe de gabinete temió por el fin del gobierno de Cristina y renunció.
Indudablemente, la fidelidad de Urribarri en un momento clave tendrá un valor importante en el momento en que Cristina tome decisiones buscando leales para su sucesión.
La presidenta lo demostró el jueves cediendo casi 15 minutos a Urribarri para que hablara a todo el país y tuvo gran repercusión a nivel nacional.
Además, faltaron algunas figuras, como De Vido y López, los encargados de Obras Públicas a nivel nacional, que cada vez están más debilitados.
En el desafío local, la presencia de los cinco intendentes de Frente Entrerriano Federal (Rebord, Maín, Berthet, Valenzuela y Aguiar) en el acto provocó gran beneplácito en Urribarri y su mesa chica porque concentró a todo el PJ provincial con miras al 2013, elección clave para proyectarse nacionalmente.
Aunque fuera de esa mesa, a algún ministro y otros referentes locales se les pusieron los pelos de punta por ese acercamiento del FEF, debido a las peleas internas que tienen.
La visita de la presidenta dejó mucho políticamente, tanto en lo local como en lo nacional porque es la primera vez que Cristina, en los 5 años que lleva como presidenta le cede el protagonismo y le presta el micrófono a un gobernador para que hable al país.
Se viene un 2015 en el que muchos quieren seguir y otros llegar.
En definitiva, como dijera un filósofo: «la política es un acto de equilibrio entre los que quieren entrar y aquellos que no quieren salir».
