Los que ponen y los que reciben
A pesar de la prohibición legal, que lógicamente no alcanza a los casinos y bingos de la Provincia, la población, habitué a dichos lugares, ha expresado muchísimas quejas debido al daño que les provoca a los concurrentes a dichos lugares el humo del tabaco, pero lo que ponen los sponsor´s es mucho.
En la Argentina mueren a diario muchas personas debido al cáncer o aflicciones pulmonares provocadas por el cigarrillo, sean fumadores o simplemente personas cercanas a estos. Recientemente este Portal ha comentado el penoso fallecimiento de la querida Margarita “Kelli” Cresto, hermana del titular de la CTM, por una aflicción pulmonar provocado por su adicción al cigarrillo.
En este orden y no hace mucho tiempo los legisladores entrerrianos, fundamentando en la cantidad de muertes sufridas a diario por esa adicción, han aprobado la ley que prohíbe fumar en todos los espacios públicos cerrados, pero, sin motivo alguno, o lo que es peor, con intereses puramente económicos, han exceptuado de dicha prohibición a las salas de juego, como los casinos y los bingos.
Indudablemente el adicto al juego padece de ansiedad y, para ésta el cigarrillo es un gran aliado, haciendo prolongar la permanencia del jugador en la sala de juego, lo que indica que la cifra millonaria está por encima de la gente. Es decir que por encima de la salud de los habitués de estos lugares, están los intereses de los que están de uno y otro lado del mostrador: los que ponen y los que reciben.
Cabe preguntarse ¿Quiénes son los que sponsorean las muertes? La respuesta es sencilla: Marlboro, Jockey, Particulares, Cacho Ferrari, dueño de las máquinas ‘perreras’ de la provincia, y Daniel Mautone, propietario del casino de Victoria.
Es más, dicen que uno de estos últimos, a otro que está enfrente al mostrador le ha hecho varios obsequios, hasta dicen que entre los “regalitos”, aparte de dinero en cantidades millonarias, hay hasta autos, obviamente, de alta gama.
Indudablemente, prohibir fumar en los casinos mermaría la cantidad de jugadores, y por lo tanto, mermarían los ingresos a los bolsillos de esas marcas mencionadas, lo que los ha transformado en dueños y señores de la salud de la gente.
