Molestos por la campaña
En la reunión del bloque de senadores de ayer, la mayoría de los legisladores estaban preocupados por la continuidad en sus cargos y repetían la frase en voz alzada y amenazante.
Cerca del mediodía de este miércoles se llevó a cabo la reunión del megabloque de senadores provinciales oficialistas. Con la mayoría de los legisladores presentes, el eje central del encuentro fue el balance de los resultados obtenidos en las PASO en cada departamento.
Los senadores estaban rabiosos por los números que arrojaron los escrutinios definitivos, ya que en la mayoría de los distritos el Frente para la Victoria perdió o no logró los resultados esperados.
Con voz alzada y amenazante, los legisladores pedían reunirse con Sergio Urribarri para quejarse por la performance que tuvo el FpV ante el gobernador.
La mayoría de los senadores buscará en octubre renovar sus bancas y, tras los resultados obtenidos en las PASO, ven muy lejana esa posibilidad.
El único que estaba agrandadito en la reunión y que parecía disfrutar de las caras largas y el enojo de sus pares era el representante de La Paz, Aldo Ballestena. El paceño, con 12.000 votos más que el candidato de Cambiemos en las PASO, ya avizora una cómoda victoria en octubre.
La reunión de bloque comenzó sin la totalidad de los legisladores, aunque los que faltaban se fueron sumando antes del inicio de la sesión.
El senador de Victoria, César Garcilazo, no busca su reelección, quien va por esa banca es su sobrino y actual intendente, Rubén Darío Garcilazo, que tuvo 200 votos menos que el precandidato de Cambiemos.
César Garcilazo, por su parte, ve complicada su situación porque es compañero de fórmula para la intendencia de la actual diputada Laura Stratta, y el 9 de agosto el frente de Macri con Domingo Maiocco sumó 700 votos más que los candidatos oficialistas.
Más allá del tono de voz y las amenazas de los senadores, los mentideros comentaban que todos hablan por atrás del gobernador, pero que cuando llega el momento del cara a cara no se animan a hablar.
Afirman los mentideros que muchos lo ven al Pato y quedan mudos.
