Lo de Boxler marca un precedente, los cargos y los contratos violan la voluntad popular.
Los efectos de la recientemente sancionada Ley de Paridad Integral comenzaron a verse en lo concreto con la salida de Diego Lara hacia el Tribunal de Cuentas.
El ahora ex diputado dejó su banca vacante y el reemplazo desató una feroz interna en el justicialismo provincial, entre el sector del ex legislador José Ángel Allende y el peronismo de Federal.
Es que, por el orden de la lista, la banca le correspondía al ex intendente de Conscripto Bernardi, José Rubén Boxler, pero la ley de Paridad Integral hizo que primaran los intereses del ex legislador investigado por enriquecimiento ilícito y por violencia de género.
Así, el Tribunal Electoral confirmó a Vanesa Castillo, de UPCN, para ocupar la banca libre.
Confirmado: la banca de Lara queda para el sector de Allende
En junio de 2019, más de 10 mil federaenses votaron la lista que llevaba a Rubén Boxler como candidato a diputado provincial en el puesto 22 de la lista, con la esperanza quizás de que pudiera acceder a la banca si ocurriera algún corrimiento como este.
En noviembre de 2020, la Legislatura entrerriana aprobó con una llamativa celeridad una ley que es importante para las mujeres, pero que esconde acuerdos políticos que, en este caso, priman por sobre la voluntad popular.
Lejos de reclamar y judicializar el caso, algo que estaba en todo su derecho de hacer, Boxler acató la primacía de la ley de Paridad Integral y su retroactividad, anulando el voto de los entrerrianos que apoyaron la lista que lo llevaba en el puesto 22.
El gobernador Gustavo Bordet fue uno de los que más apoyo e impulso le dio a esta normativa, que en este caso se impone por sobre la paridad popular con internas políticas, acuerdos y contratos. .
Más de un año después de las elecciones, esta nueva ley marca un antecedente con su artículo 24. Este establece que “en el caso de renovación o reemplazos, deberán adecuarse a las disposiciones de esta Ley”, y la normativa aclara explícitamente que, en un caso como este, quedará sin efecto la Ley Provincial N° 10.012 de Equidad de Género en la Representación Política.
Podría decirse entonces que se viola la voluntad popular. Esto es así porque los entrerrianos votaron una lista de candidatos a diputados que se postularon para las elecciones, con un determinado orden, que es el que debe seguirse en caso de vacancias, como esta.
Sin embargo, esta nueva ley, que tiene tintes fuertemente electorales, se impone por sobre esa voluntad con el artículo 24 que establece un cierto tipo de retroactividad.
De este modo, los cargos y los contratos de los gobernantes quedan por encima de lo que decidió el pueblo en las urnas.
La ley sancionada por la Legislatura provincial tiene para Bordet el gran punto a favor de que impide que los candidatos con más aspiraciones a la gobernación, Enrique Cresto, Adán Bahl y Martín Piaggio, puedan armar una fórmula entre sí para combatir a la que presente el oficialismo.
Sin embargo, Bordet no necesitó de ninguna ley que lo pautara así para elegir a Laura Stratta como su compañera de fórmula en 2019, o para que varias mujeres integren su gabinete y su entorno en la gestión.
Además, la Paridad Integral le asegura a las mujeres que actualmente están en el poder, un lugar preponderante en las gestiones futuras.
El gobernador brindó su apoyo a una normativa que tiene efectos sobre la voluntad popular, pero se opone férreamente a reformar la ley Castrillón, un pedido tanto del oficialismo como de la oposición.
Con la Paridad Integral, las listas deberán tener igual cantidad de mujeres que de hombres, pero la ley Castrillón permite que la última palabra para su armado sea del gobernador de turno, en este caso, de Bordet.
De este modo, aunque quedó claro que nadie quiere integrar el armado del gobernador, es él quien puede jugar y acordar gracias a la ley electoral actual.
Lo que dejó el asado en San Salvador: nadie quiere participar del armado de Bordet
Por otra parte, Bordet es uno de los gobernadores que más fuerza hace a nivel nacional para que las PASO del año que viene no se realicen.
El mandatario sabe que hasta las encuestas que él mismo manda a realizar le dan números muy adversos, por lo que busca evitar un papelón electoral como el de octubre pasado eliminando la democracia partidaria.
Bordet es consciente de que cualquier lista que se presente a las internas es una buena alternativa para el peronismo y el resto de los electores hartos de los desmanejos y las irregularidades en su gestión, por lo que impulsa fuertemente la suspensión de las PASO.
En tanto, en Entre Ríos se sancionó una ley que, si bien es cierto que marca importantes avances para las mujeres, también sienta precedentes que priman por sobre la voluntad popular.