- 14
- Compartidas
Mientras continúa el debate en comisiones, Francos, Ronaldi, Santiago Caputo y Lule Menem llevan adelante negociaciones frenéticas con senadores y gobernadores por los consensos.
Mientras continúa el debate en comisiones, el gobierno nacional puja con fuerza para aprobar rápido las primeras —y no por eso poco pretenciosas— leyes de su gestión. En Casa Rosada aún no pierden las esperanzas y se ilusionan con que «todavía falta para el 25 de mayo». Si bien remarcan e insisten con que «no hay que adelantarse», el trámite que pensaron que sería «exprés» en el Senado demora más de lo esperado. A esta altura, no son pocos los que en Balcarce 50 ya barajan que «sería aceptable» llegar al pacto que se celebrará en Córdoba con, al menos, la aprobación de las leyes en general en la Cámara alta.
El ministro del Interior Guillermo Francos, el vicejefe de Gabinete José Rolandi, el asesor del círculo íntimo de Javier Milei, Santiago Caputo y el subsecretario de Gestión Institucional y mano derecha de Karina Milei, Eduardo “Lule” Menem, son algunos de los que, por estas horas, llevan adelante negociaciones y conversaciones frenéticas para ver si logran conseguir lo antes posible la aprobación de la Ley Bases y del paquete fiscal.
Francos se reunió este lunes con el gobernador de Chaco Leandro Zdero. El radical visitó al ministro en su despacho de Casa Rosada. Luego, Francos mantuvo diálogo con el de Entre Ríos, Rogelio Frigerio. Por ahora, el titular de la cartera no tiene en agenda viajes a las provincias hasta el que hará a Córdoba el 25 de mayo para acompañar a Milei en la firma del pacto en el que, además, se condecorará a los mandatarios provinciales que voten a favor de lo que quiere la Casa Rosada.
El titular de Interior expresó este lunes en diálogo radial que desde el oficialismo hablaron «con cada senador», para «convencerlos de a uno», con el objetivo de que voten a favor de las leyes. Además, dijo que se tomó el trabajo de explicarles a todos ellos que los proyectos son «en beneficio de los argentinos y no de un sector en particular», dejando en evidencia que eso es algo que está en duda. Francos puntualizó que considera que «primará la racionalidad», y que los legisladores «comprenderán la dificultad del momento que estamos transitando durante estos meses de gobierno». Sus declaraciones salieron a intentar apagar el fuego que dejaron el día anterior las de Federico Sturzenegger.
El asesor estrella de Milei salió el domingo a extorsionar a la oposición para que voten a favor de los proyectos desreguladores cuando dijo que “sin ley bases el escenario es peor, el equilibrio fiscal se alcanzará con más impuestos y menos crecimiento”. En Casa Rosada defienden sus dichos y argumentan que «no se trató de un apriete, sino de la realidad». «Las leyes nos darán herramientas para que el ajuste sea menos fuerte. Eso es lo que explicó», justificaban.
El ministro del Interior y «Lule» Menem, en medio de las rondas de reuniones que fueron teniendo durante los últimos días, se encontraron el viernes pasado con Lousteau. Francos aclaró que con el senador y presidente de la UCR «han avanzado en distintos aspectos de la ley», y remarcó que pudieron aclarar «algunos temas que le preocupaban». Si bien sería raro que el senador vote a favor de los textos —que hace tan solo unos días y horas criticó con mucha dureza— en Balcarce 50 se ilusionan con que a la hora de la verdad el radical pueda llegar a abstenerse.
Los que se mostraron un tanto molestos con el encuentro que mantuvieron Francos y Lousteau fueron, de manera llamativa, los propios miembros de la UCR que tienen posturas contrarias al presidente del partido y que apoyan sin pruritos al gobierno libertario. Con ese sector, que es encabezado por el diputado Rodrigo de Loredo, se reúne casi a diario el vicejefe de gabinete José Rolandi. Ellos quieren que también los reciba Francos.
El segundo de Posse, en tanto, es el que tiene la tarea de ir juntando todas las críticas que fueron enumerando los senadores en sus diversas exposiciones para intentar consensuar las modificaciones y que, cuando los proyectos modificados, vuelvan a la cámara de Diputados, solo tengan que ser aceptados sin una nueva redacción.
«Se está hablando con los que tienen diferencias y estamos en el mismo plano. En las exposiciones del Senado ya dejaron ver cuáles son los puntos en discusión: el RIGI, ganancias, blanqueo», enumeran de manera informal en el oficialismo y añaden que la idea es «buscar un consenso con los cambios para que, si vuelve a Diputados, solo quede aceptarlo y listo». «La tarea es llegar a un texto consensuado», remarcan.
En La Libertad Avanza apuestan a que la ley será aprobará en general en el Senado. Consideran que los senadores que decidan no hacerlo correrán el riesgo de quedar «pegados» a la postura que tomó el bloque de Unión por la Patria de rechazo total. Consideran que «el kirchnerismo» es una especie de «mancha venenosa» de la cuál los opositores «dialoguistas» se intentarán despegar.
Además, miran con cierta cautela las declaraciones de la senadora Juliana di Tullio en las que aseguró que los 33 senadores del bloque peronista votarán en contra. Analizan que hay senadores de ese espacio que responden a las provincias de Catamarca, San Juan, Tucumán y Santiago del Estero que pueden llegar a cambiar sus votos y acompañar a LLA. Muchos de ellos, además de sufrir las presiones del gobierno, cargan en sus espaldas el peso del fuerte lobby empresarial que están ejerciendo los sectores que serán beneficiados con la aprobación de las leyes, en particular, por el RIGI. Es el caso, por ejemplo, de las empresas mineras que tienen mucho peso en varias de esas provincias como en San Juan y Catamarca.
- 14
- Compartidas