Esta semana se gastaron 34 millones en cubiertas, aunque las maquinarias están obsoletas porque las zonales están siendo vaciadas para la privatización.
Una foto absolutamente indignante llegó a este Portal en la que se puede ver a trabajadores de la Dirección Provincial de Vialidad tapando baches en una ruta entrerriana con tierra, desde un camión de los años 70.
La imagen fue tomada este jueves en la Ruta 35, en jurisdicción de la zonal Seguí, pero lamentablemente se repite en casi todas las rutas de la provincia, a pesar de que la DPV cuenta con un presupuesto de más de seis mil millones de pesos.
En coincidencia, el mismo día que se tomó esta imagen, el gobernador Gustavo Bordet hizo un balance de su gestión para algunos medios de comunicación y destacó las inversiones de su gestión en obra pública, principalmente en lo que refiere a las rutas provinciales.
No queda claro a qué inversiones se refería el mandatario, porque los vecinos al ver cómo los pozos se tapaban con tierra este jueves mostraron su enorme indignación y se preguntaban a dónde van a parar los fondos que se recaudan con los impuestos, cada vez más elevados.
Además, esa fue la paupérrima solución que encontraron Vialidad y el gobierno provincial para tapar el bache que ocasionó el accidente fatal de la docente entrerriana Pamela Smail.
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En aquella oportunidad, al menos, el bache se tapó con broza, pero ahora Vialidad no destina fondos ni para eso y directamente optó por echarle tierra al problema, literalmente.
Desde un destartalado camión de los años 70, los trabajadores de la Dirección Provincial de Vialidad tuvieron que palear tierra para tapar el pozo.
La solución es sumamente precaria, ya que la tierra se vuela con el viento, y hay pronóstico de lluvias para estos días, con lo que el “arreglo” se lavará inmediatamente y la ruta una vez más será intransitable y muy riesgosa.
El gobierno inauguró hace unos días con bombos y platillos la temporada turística en Entre Ríos, aunque las rutas por las que deberán transitar quienes quieran visitar la provincia ponen en riesgo a todo aquel que las recorra.
Para este año, la Dirección Provincial de Vialidad contó con un presupuesto de 6.038.375.000 pesos, casi el doble que el ejercicio pasado, pero no se sabe muy bien en qué se gastó, ya que el organismo estuvo parado medio año por la pandemia y las rutas siguen en condiciones desastrosas.
De todos modos, claro, para las autoridades no se escatimó en gastos, como aquella sospechosa desinfección por un caso de covid que se hizo solamente en las oficinas de presidencia, y el alquiler y gastos pagados al subadministrador designado en plena pandemia.
La pandemia y la ley de Emergencia tampoco fueron impedimento para que se hicieran nombramientos a pedido del gobernador Gustavo Bordet, mientras a los trabajadores y jubilados provinciales se les descuentan sus ingresos para estos gastos de la política y a pesar de que la Justicia falló en reiteradas oportunidades contra esta normativa.
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En tanto, las denuncias por corrupción siguen llegando desde la Dirección Provincial de Vialidad, pero llamativamente las investigaciones no avanzan, como la del sistema llamado YPF Ruta, un millonario fraude al Estado mediante tarjetas de combustible
A la par que se vacían las zonales y crece el temor de los trabajadores por la inminente privatización.
Días atrás, el subadministrador firmó un convenio que pone de manifiesto que se están dando los pasos hacia la tercerización, ya que le prestó maquinarias del organismo a un municipio para realizar trabajos que le corresponden a la DPV.
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Para el año próximo ya se aprobó el presupuesto provincial, que prevé destinar a la Dirección Provincial de Vialidad más de siete mil millones de pesos, más precisamente 7.566.913.000 pesos.
Sin embargo, mientras el presupuesto de la DPV aumenta año a año, las rutas provinciales se siguen deteriorando a gran velocidad, por la mala calidad de los trabajos debido a la corrupción, como el caso de las Rutas 38 y 39, que estaban destrozadas aun antes de que fueran inauguradas y que, como nos tiene acostumbrados este gobierno provincial, no fue investigada a fondo.
Debido a la corrupción estructural, sumamente arraigada en la DPV, las rutas se reparan de manera indignante y precaria, tapando pozos con tierra, que se lava con una lluviecita, o, en el mejor de los casos, con broza, que no se borra con una lluviecita, sino con una tormentita.
Los seis mil millones de pesos con que la Dirección Provincial de Vialidad de Alicia Benítez contaba para este año no se sabe a dónde fueron a parar, porque las zonales no tienen herramientas, combustible, ni insumos para trabajar, y los pozos se tapan con tierra.
En tanto, los entrerrianos tienen que viajar por las rutas provinciales extremando los recaudos, porque quienes deben garantizar la transitabilidad y la seguridad de los caminos, una vez más, tapan los pozos con tierra.
Mientras se hace más firme la posibilidad de la privatización, la corrupción estructural hizo desaparecer seis mil millones de pesos, que pagan todos los entrerrianos con sus impuestos y, lamentablemente, con sus vidas.
4 comentarios
Chorros… ya renuncien directores y jerárquicos. Ñoquis e inútiles
Sr gobernador bordet. Hable con los empleados y saque conclusiones. Es lo más nefasto desde que estoy ahi
Y los yuyos de la banquina? Hay director de conservación?
roban x la corona