Nadie quiere militar para Bordet: la conclusión de un asado en Colonia Avellaneda

A días del cierre de listas de candidatos a diputados, hubo un cordero del que participaron legisladores y funcionarios.

El  jueves de la semana anterior hubo en la localidad de Colonia Avellaneda, en la casa de un importante funcionario del Instituto de Ayuda Financiera para la Acción Social, un cordero asado muy bien regado en el que se discutieron temas referentes a la campaña del justicialismo para las elecciones legislativas de este año.

El encuentro se realizó en el domicilio del director obrero del IAFAS, Gabriel Abelendo, que tiene una casa que según los vecinos es comparable con una mansión.

Estaban presentes también Carlos Moyano, que es gerente general del organismo en reemplazo del fallecido Aldo Lettieri, y el abogado Enrique Trillo, coordinador de Legales del IAFAS; ambos hombres del presidente del instituto, Silvio Vivas.

Además, participaron el diputado Gustavo Zavallo junto con su socio político, el titular del Tribunal de Cuentas de la provincia, Diego Lara;  y un alto representante del ministerio de Economía de la provincia.

El tema de la conversación era la campaña para las elecciones de este año, en las que Entre Ríos debe elegir cinco diputados nacionales, tres de los cuales son de Cambiemos: Jorge Lacoste, Alicia Fregonese y Atilio Benedetti; y dos del justicialismo: Carolina Gaillard y Mayda Cresto.

Lo que quedó en claro a partir de las conversaciones que se mantuvieron es que el gobernador Gustavo Bordet hoy por hoy no tiene a nadie que quiera ser la cara visible y ser jefe de campaña, tanto a nivel provincial como en las diferentes localidades.

Generalmente, los líderes naturales de la campaña a nivel local son los intendentes, pero los mandatarios municipales del justicialismo no quieren saber nada con salir a recorrer sus ciudades llevando los candidatos de Bordet.

El más claro ejemplo es el del intendente de Paraná, Adán Bahl, que se refugia en personas de su confianza para conducir los hilos de la ciudad, sin siquiera tocar el tema de las elecciones.

Al igual que Bahl se muestran el resto de los presidentes municipales del justicialismo, por lo que el gobernador Bordet apostaba a que la función de jefes de campaña locales la adoptaran los legisladores de cada departamento, que son los jefes territoriales.

Sin embargo, en ellos también encontró el mandatario una negativa rotunda, ya que nadie quiere dar la cara porque la bronca de los entrerrianos con esta gestión es muy grande.

Por ello, los militantes del peronismo comentan irónicamente que los que tienen que salir a hacer campaña son el senador nacional Edgardo Kueider; la ministra de Gobierno, Rosario Romero; el fiscal de Estado, Julio Rodríguez Signes; la vicegobernadora Laura Stratta; y quienes ostentan los puestos de mayor poder en la provincia.

Paradójicamente son ellos los que menos pueden salir a la calle, y en el asado se comentaba el caso particular de la vicegobernadora Laura Stratta, que no puede poner un pie en Victoria debido a la bronca de los vecinos, que terminó de estallar con los subsidios truchos del ministerio de Desarrollo Social.

La actual gestión se empeña en mostrar números y encuestas que reflejan una excelente imagen del gobernador y sus funcionarios, pero queda claro que en la realidad no es así, al punto tal que ninguno puede salir a la calle.

Es más, Bordet hasta se mudaría a otra de las casas que tiene en Paraná luego de que los vecinos fueran al domicilio ubicado en calle Mitre a reclamarle por las decisiones que ha tomado en el marco de la pandemia.

Con ese panorama, en el asado en Colonia Avellaneda se tomaban la pésima actualidad del oficialismo oficial con risa, comentando irónicamente que nadie quiere militar para Bordet y la gestión, que nadie puede salir a la calle ni volver a sus territorios.