A menos de dos semanas de las elecciones del domingo 26 de octubre, un sondeo en la provincia de Buenos Aires, al que tuvo acceso este Portal, muestra al peronismo con amplia ventaja y expone la fragilidad del armado libertario en el distrito que rearte la mayor cantidad de legisladores.
A menos de dos semanas de las elecciones legislativas del 26 de octubre, una nueva encuesta en la provincia de Buenos Aires encendió todas las alarmas en la Casa Rosada.
El sondeo, realizado por la consultora Nueva Comunicación al que tuvo acceso este Portal, muestra una ventaja de casi 15 puntos para el peronismo, lista encabezada por Jorge Taiana, frente a la lista de La Libertad Avanza, que lleva a Diego Santilli y Karen Reichardt como principales candidatos.
Según el relevamiento, Taiana alcanza un 43,1% de intención de voto, mientras que la fórmula libertaria apenas llega al 28,3%. La diferencia en el distrito más poblado del país, considerado “la madre de todas las batallas” electorales y donde se reparte la mayor cantidad de legisladores, representa un duro golpe para el oficialismo, que necesita consolidar su presencia en el Congreso para sostener su agenda legislativa.
Las crecientes ramificaciones del narcoescándalo que obligo a bajar la candidatura de José Luis Espert, la errática estrategia del gobierno frente al caso y la reciente irrupción del gobierno estadounidense de Donald Trump y Scott Bessent en la política doméstica profundizaron el malestar.
De acuerdo al estudio, en un lejano tercer lugar aparece Nicolás del Caño (Frente de Izquierda) con 4,1%, seguido por Florencio Randazzo (Provincias Unidas) con 3,3%. El sondeo también refleja un 10,6% de indecisos, un caudal que se vuelve decisivo en la recta final de la campaña. Sin embargo, incluso si ese segmento se inclinara mayoritariamente por el oficialismo, la diferencia seguiría siendo difícil de remontar.

El panorama bonaerense se suma a otros estudios que marcan un deterioro en la imagen presidencial y un creciente malestar social frente a la situación económica. La inflación persistente, la falta de respuestas concretas y la improvisación en la gestión alimentan un clima de desconfianza que se traduce en las encuestas.
Tal vez, el dato más difícil de digerir para el presidente sea la diferencia en la evaluación de las gestiones nacional y provincial. Milei tiene un 32 de aprobación y un 66 de rechazo, con un diferencial negativo de 34 puntos.
El gobernador Kicillof, a quién denomina alternativamente «el soviético», «el comunista» y «el inútil», tiene 52,9 de aprobación y 45,2 de rechazo. Su diferencial es de 7,7 puntos positivos, con lo que aventaja al Presidente por más de 40 puntos.

El 7-S también parece funcionar como un punto de inflexión con respecto a la participación electoral, que fue muy baja en los comicios de todas las provincias que votaron en los meses previos a septiembre.
Un 77 por ciento asegura que concurrirá a las urnas y otro 10,6 afirma que muy probablemente lo haga. Como contrapartida, sólo un 3 tiene decidido no votar, un 1,4 aún no se decidió al respecto y un 8 lo cree improbable.
El oficialismo enfrenta en provincia de Buenos Aires un escenario que desnuda sus debilidades: pérdida de apoyo en los sectores populares, desgaste en la clase media y una oposición que capitaliza el desencanto. La “madre de todas las batallas” parece perfilarse, por ahora, como la madre de todas las derrotas para el gobierno nacional.
Con el antecedente nacionalizado de las elecciones bonaerenses, La Libertad Avanza enfrenta el desafió de recuperar lo que ya sabe perderá en la provincia de Buenos Aires. Las encuestas en Santa Fe dan a la peronista Caren Tepp varios puntos arriba del mileísmo y en Córdoba, aunque con un margen más acotado, coinciden en que por ahora lidera Juan Schiaretti.
En ambas provincias, tanto la maniobra de Luis Caputo con las cerealeras para beneficiarse de la efímera eliminación de retenciones, como las órdenes de Scott Bessent para que el gobierno las reponga y sostenga, están llamadas a ser temas centrales de estas dos semanas restantes de campaña.
En la ciudad de Buenos Aires, la candidata a senadora Patricia Bullrich, también parece haber perdido varios puntos tras el escándalo de José Luis Espert y Fred Machado.
La encuesta de Nueva Comunicación no solo mide intención de voto, también refleja percepciones negativas sobre la gestión económica y la falta de rumbo político. Para un Gobierno que apostó a la confrontación permanente y a la concentración de poder, el resultado bonaerense anticipa un Congreso más fragmentado y un horizonte de gobernabilidad cada vez más incierto.

1 comentario
28 % es una guarangada de votos por tener a un narco a la cabeza!!!!