El candidato Espert declaró en marzo pasado que voló en los aviones de Fred Machado. El piloto del avión había confirmado esos viajes en una declaración ante Martínez de Giorgi en 2023.
En marzo de este año, silbando bajito, José Luis Espert se presentó en el juzgado de Marcelo Martínez de Giorgi donde había sido señalado en 2021 por presunto lavado de dinero del narcotráfico durante su campaña presidencial de 2019. La denuncia ya lo vinculaba en un comienzo a presuntos aportes de Federico «Fred» Machado, detenido en el país con su extradición pendiente ante la Corte Suprema, y se refería al uso de sus aviones. En un insólito descargo, el renovado candidato libertario, decía que él no tenía nada que ver con la agrupación por la que se había postulado para presidente, UNITE, que era un «candidato extrapartidario» y que de los gastos se ocupaban otros. O sea, le tiró las responsabilidades a sus compañeros/as. A Machado relató que lo conoció en «un evento social con empresarios», le ofreció uno de sus aviones para ir a Viedma, aceptó y no lo vio nunca más. Pero Espert está en problemas. En esa misma causa al menos un piloto contó que lo llevó en dos aviones del acusado de narco por distintos lugares del país. En una entrevista este miércoles su ex jefa de prensa, Clara Montero Barré, aseguró que Machado «era mucho más que un aportante. Opinaba, participaba y no se vieron una sola vez…». Ayer, por segunda vez en una entrevista periodística Espert se negó a responder si, como fue revelado esta semana y consta en una causa en Texas, recibió un giro de 200 mil dólares en 2020, precisamente de Machado.
Tormenta sobre Espert
Espert quedó expuesto en diversos relatos públicos por estas horas. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, no le tendió lo que se dice una mano. «Nosotros, que combatimos con todo al narcotráfico, no podemos aceptar conductas de personas que hayan recibido plata (de ese delito). Es muy importante aclarar la situación ya, hay que aclararla», dijo. El relato de Montero Barré –a quien se había referido el periodista Marcelo Longobardi como alguien que lo contactó para avisarle que Machado quería hablar con él a cuento de la campaña de Espert– es por demás problemático para el candidato bonaerense. Además de decir que Machado era más que un «aportante», insistió en que «no se vieron una sola vez, como dice Espert. Fueron varios encuentros. Yo misma presencié al menos dos reuniones entre ellos, y después Espert viajó a Estados Unidos para verlo allá». La mujer, que ahora vive en Qatar donde trabaja para la AFA, dijo que sabe que el entonces postulante presidente recibía dinero de Machado pero no sabe cuánto ni tiene detalles que ofrecer. Su relato deja abierta la posibilidad, como también había sugerido en 2023 Lilia Leomine, que se lo quedaría él mismo.
En medio de las sorpresas amargas para Espert, apareció el exsenador Jorge Yoma, quien se despachó con un posteo en la red «X» donde sacó a la luz la historia de cómo quisieron contratarlo para «dormir» el pedido de extradición de Machado, que está con prisión domiciliaria en Viedma, su ciudad de origen. «Esto de Espert y el narco Fred Machado es tan obsceno y oscuro…», empezaba el tuit y luego se explayaba. Yoma contó entonces que a fines de 2022 fueron a verlo a su estudio los abogados de Machado por el expediente sobre su extradición que desembarcaba en la Corte Suprema después de la sentencia del juez de Neuquén Gustavo Villanueva, que convalidaba que fuera enviado a Estados Unidos.
Yoma contó que le proponían que hiciera lobby ante el procurador interino Eduardo Casal para que demorara su dictamen, lo que a su vez retardaría una decisión de los supremos. El riojano les dijo que no «ante semejante indignidad», según sus palabras. Agregó que sabía que por sus «valores éticos y profesionales» el procurador «me iba a sacar cagando (eso, si no me mandaba en cana)». Recordó que Casal presentó su dictamen ante la Corte en abril de 2023 en el que avaló la extradición. Pero, agregó, «parece que el tipo en cuestión consiguió lobbysta y protección política para anestesiar la causa en la Corte». «4 años!!! La Corte Suprema tiene a su resguardo en los sótanos insondables de Lavalle y Tucumán un caso tan grave y sensible como la extradición de un narcotraficante. Eso sí! en los útimos 6 meses los ‘supremos’ estuvieron ocupados, fallaron 3 veces en causas vinculadas a @CFKArgentina…» Yoma agregó: «la Corte es la guardia pretoriana del régimen autocrático de Javier Milei. Me indigna el letargo mientras, además, acumulan demandas de las provincias. Le cuidan la caja al Gobierno».
Para ponerle moño al asunto de la Corte, el actual abogado de Machado, que es el mismo que tiene Milei en varias causas –Francisco Oneto–, hizo un planteo en agosto ante la Corte donde dice que que una de las acusadas en Estados Unidos, Kaylegh Moffet (a la sazón socia de Machado), hizo un acuerdo con la fiscalía donde reconoció su culpabilidad y le redujeron los cargos. Con ese argumento dijo que la plataforma fáctica para Machado (acusado de tráfico de cocaína, fraude y lavado) había cambiado de modo que había que revisar la extradición. El alto tribunal hizo lugar al pedido de Oneto de mandarle todo de vuelta al juez de Neuquén para que le pregunte a Estados Unidos lo que se puede ver públicamente en el sistema judicial de ese país. Otro absurdo para hacer tiempo. Además, hay otros siete implicados en la causa de Texas, algunos de ellos prófugos. Es difícil sostener que algo cambió.
El descargo del candidato y lo que dijo un piloto
En las últimas entrevistas, además de negarse a hablar sobre los 200.000 dólares que constan en la causa en Texas, Espert dijo que todos los gastos de UNITE estaban a cargo de otros, porque el partido no era suyo. Apuntó especialmente a José Bonacci, el presidente (padre de la diputada Rocío Bonacci) quien estuvo contando estos días que le pedían que justificara gastos, como 400.000 dólares con un cena. El teorema de Espert es: no tuve nada que ver con los gastos, el partido no era mío yo era «extrapartidario», así lo llama.
Así lo dijo también en un descargo ante el juez Marcelo Martínez de Giorgi que tiene la causa de 2021. Fue presentado en marzo de este año, toda una curiosidad. Allí incluso señaló que lo habrá visto a Machado una vez en su vida. Que lo conoció en un evento de empresarios en 2018. Luego relató que lo llevó a la ciudad de Viedma a presentar su libro y que le agradeció públicamente sin saber que «se trataba de una persona vinculada con hechos ilícitos de extrema gravedad».
También reconoció que utilizó los aviones de Machado en otras oportunidades aunque «con fines electorales» que «-según se estableció ahora- directa o indirectamente pertenecerían a esta persona». Es decir, Machado.
Ahora bien, también en marzo, pero de 2023 y ante el juez Martínez de Giorgi declaró Axel Vugdelija. A la sazón, el piloto de la aeronave en que se trasladaba Espert. El piloto reconoció que Machado era su jefe, pero sobre todo aseguró que llevó al actual diputado, incluso con él, a diferentes destinos dentro del país.
Cuando le preguntaron quién era el propietario del avión, el piloto aseguró que «según entendí yo, era de Federico Andrés Machado». Es más, Vugdelija reconoció que su relación era con Fred Machado al que llamó «mi jefe directo» y era quien le avisaba cuando tenía vuelos: «Me llamaba alguien del entorno de Espert: me llamaba, me decía cómo era el itinerario y el listado de pasajeros. No me acuerdo el nombre, pero era una mujer, una secretaria o algo de Espert y me pasaba los vuelos ella”, afirmó el piloto. Según los dichos del pilotos se podría pensar que esa mujera era Clara Montero Barré.
En toda su declaración, el piloto dijo que no recordaba todos los nombres de los pasajeros. Solo se acordaba de Espert porque «es un personaje público». Incluso cuando le preguntaron por un vuelo de abril de 2019 señaló que estaba el diputado y que lo llevó desde el aeropuerto de San Fernando hasta Villa María y al final hasta Catamarca para repetir el itinerario de regreso.
Cuando el juez le pregunta si esos vuelos estaban relacionados a la actividad político partidaria de Espert, el piloto respondió que “Espert era precandidato a Presidente, yo no tengo ni idea si los usaba con cualquier otro fin, o incluso fines electorales. A mí nadie me lo aclaró, porque no está dentro de mis competencias o funciones. Una vez me dijo que iba a ver a la madre, porque si no me equivoco él es de Pergamino o la zona, fue un comentario al pasar, pero más que eso, ni idea. Sí puedo decir que todos los vuelos fueron de cabotaje, dentro del territorio argentino, territorio variado».
Lo que deja en claro el piloto que para trasladar a Espert usó dos aeronaves. Una de ellas fue un Beechcraft King Air B-200 para 7/8 pasajeros. El que utilizó para llevarlo a Viedma fue, en cambio, un Bombardier Challenger.