Duro revés en casa para Gaillard: la «Patria Chica» NO le dió su apoyo en las urnas

Las elecciones legislativas de este 2025 han dejado un resultado sorprendente en General Campos, la localidad de donde es oriunda la diputada nacional Carolina Gaillard.

Pese a su destacada trayectoria en la política nacional, su candidatura a senadora nacional por la agrupación «AHORA 503» no logró capitalizar el respaldo esperado en su propio terruño, arrojando un resultado que plantea serios interrogantes sobre su conexión con el electorado local y el impacto de su posicionamiento político.

Un desempeño escuálido en el Pago Chico

En General Campos la participación alcanzó el 66,1%, un porcentaje respetable que denota el interés cívico de sus habitantes. Sin embargo, los números para Carolina Gaillard y «AHORA 503» fueron contundentes y desfavorables:

• AHORA 503 (Carolina Gaillard): 128 votos (5.45%)

Este magro resultado contrasta drásticamente con los obtenidos por las otras fuerzas políticas:

• ALIANZA LA LIBERTAD AVANZA: 1125 votos (47.95%)
• FUERZA ENTRE RÍOS: 947 votos (40.36%)
• PARTIDO SOCIALISTA: 59 votos (2.51%)

La performance de Gaillard en su ciudad natal es, sin lugar a dudas, un llamado de atención. Con apenas 128 votos, la candidata a senadora quedó muy lejos de las principales fuerzas, obteniendo un porcentaje que la ubica en un distante tercer lugar, casi con el mismo caudal de votos que el Partido Socialista.

¿Qué Pasó en General Campos?

El pobre desempeño de Gaillard en General Campos abre un abanico de posibles explicaciones, que van desde el desapego del electorado con los postulados de su espacio hasta factores más personales y políticos que pudieron haber influido directamente en el votante local.

1. El Factor Identitario Kirchnerista y el Apoyo de La Cámpora: Gaillard ha sido una figura identificada con el kirchnerismo y ha contado con el respaldo de organizaciones como La Cámpora, estructuras que, si bien tienen peso en determinados segmentos del electorado, podrían no resonar de la misma manera en una comunidad más pequeña como General Campos. En muchas localidades del interior, los liderazgos y las lealtades políticas a menudo se construyen sobre la base de la cercanía y la gestión local, más que por la pertenencia a grandes movimientos nacionales. La etiqueta «kirchnerista» o el apoyo de «La Cámpora» no parecen haber sido suficientes para movilizar a sus vecinos.
2. El respaldo de Juan Grabois: El respaldo de figuras como Juan Grabois, referente social y político, si bien puede sumar en sectores progresistas y de base, podría haber tenido un impacto limitado o incluso negativo en una comunidad donde otras preocupaciones económicas y sociales prevalecen o donde su discurso no genera la misma adhesión.
   
3. El «Costo» Político de Sergio Urribarri: Uno de los factores más pesados y que genera mayor «repulsión» en la ciudadanía, especialmente en un contexto de creciente demanda de transparencia, es el vínculo con dirigentes salpicados por la corrupción. Sergio Urribarri, exgobernador de Entre Ríos y una figura política clave de su generación, fue condenado por corrupción. El hecho de que Urribarri haya sido su «padrino político» o una figura cercana a sus inicios en la política, es un detalle que muchos ciudadanos no están dispuestos a perdonar. La asociación con casos de corrupción genera un profundo rechazo y una sensación de hartazgo en la población, que exige una ruptura con las viejas prácticas políticas. Para una candidata, esto puede convertirse en una losa muy pesada, afectando la credibilidad y la confianza, incluso si no está directamente implicada en los hechos. La sombra de la condena de Urribarri pudo haber jugado un rol determinante en la decisión de muchos votantes de General Campos de darle la espalda.
   
4. El ascenso de nuevas fuerzas y el voto castigo: Los resultados muestran un claro triunfo de «ALIANZA LA LIBERTAD AVANZA», que obtuvo casi la mitad de los votos. Esto sugiere un voto de descontento o un deseo de cambio profundo por parte del electorado. En este escenario, las candidaturas más tradicionales o las que arrastran consigo la historia reciente de la política provincial (incluyendo sus claroscuros) pueden ser penalizadas. El «voto bronca» o «voto castigo» contra lo establecido y contra figuras asociadas a gestiones cuestionadas se hizo sentir con fuerza.

La señal de la «Patria Chica»

El contundente resultado en General Campos para Carolina Gaillard es más que una anécdota electoral; es una señal potente. La «patria chica» a menudo funciona como un termómetro fiel de la percepción del electorado. Que sus propios vecinos, quienes mejor conocen sus orígenes y trayectoria, le hayan otorgado un apoyo tan limitado, invita a una profunda reflexión sobre la desconexión entre la dirigencia política y las bases, y sobre cómo el hartazgo ante la corrupción puede trascender cualquier identidad partidaria o apoyo de figuras nacionales.

Para Gaillard, este resultado no solo implica una derrota en su aspiración a la senaduría, sino también un serio cuestionamiento a su capital político en su lugar de origen, un dato que seguramente será analizado con lupa en el futuro de su carrera. La ciudadanía de General Campos ha hablado, y su mensaje es claro: la tolerancia a los hechos de corrupción y a las asociaciones con figuras cuestionadas parece haber llegado a su límite.