El ministerio de Salud brindó un informe detallado de las dosis que llegaron a la provincia, mientras se sigue ocultando el listado de los inmunizados vip.
A más de cinco meses del comienzo del plan de vacunación contra el coronavirus en Entre Ríos, los vecinos de la provincia se siguen preguntando quiénes son los funcionarios, amigos, familiares y allegados al poder que se vacunaron antes que las personas de riesgo y el personal de salud.
El listado de los llamados vacunados vip es un secreto que se esconde bajo siete llaves debido a lo escandaloso de los nombres que allí aparecen, ya que figuran personas que nada tienen que ver con el sistema sanitario e incluso, tampoco con el gobierno provincial.
Entre los que se sabe que están, según un listado al que accedió este Portal, se encuentra Mariel Ávila, la esposa del gobernador Gustavo Bordet; Marcelo Bertellotti, marido de la vicegobernadora Laura Stratta; familiares y amigos de la diputada Silvia Moreno; de la senadora Nancy Miranda; entre tantos otros.
De todos modos, son muchos más los nombres que se ocultan que los que pudieron trascender tras la investigación de este Portal, que llevó incluso a que se radicara una denuncia penal ante el juzgado federal de Gualeguaychú, aunque la causa no registra grandes avances por la cercanía de una de las fiscales con el kirchnerismo.
Previo a ello, hubo una interpelación a la ministra de Salud, Sonia Velázquez, ante la Cámara de Diputados, aunque allí se limitó a brindar detalles intrascendentes acerca del programa de vacunación y a ratificar la postura del gobierno provincial de seguir con el escandaloso ocultamiento de los nombres de los vacunados vip.
“Personal estratégico”, es la excusa que encontró el oficialismo para seguir manteniendo oculto el nombre de los vacunados, aunque la gran mayoría de quienes se vacunaron antes que el personal de salud y que las personas de riesgo, lo hicieron por sus contactos en el gobierno y no por revestir algún rol relevante para la provincia y para los entrerrianos.
Además, una resolución a nivel nacional estipula que necesariamente los nombres de aquellas personas que accedan a la vacuna contra el coronavirus deben ser de carácter público, excepto cuando se trata de personal esencial o grupos de riesgo.
“El listado del Personal Estratégico, vacunado bajo la presente tendrá carácter público y será puesto a disposición de quien lo requiera”, afirma el artículo 6° de la resolución 712, que lleva la firma de la ministra Carla Vizzotti.
Esta funcionaria reemplazó a Ginéz González García al frente de la cartera de Salud nacional, luego de que estallara a nivel país el escándalo por el vacunatorio vip, por el que el presidente Alberto Fernández le pidió la renuncia a quien definió como una “amigo”.
En Entre Ríos, el escándalo de las vacunas vip no solo no le costó el cargo a nadie, sino que cuenta con el total apoyo de las principales autoridades para mantenerse oculto, ya que, claro, la mayoría aparece en el listado.
A pesar de que desde el gobierno provincial se apela a la famosa frase de que “la gente a los siete días se olvida”, los entrerrianos tienen bien presente que la clase política le robó las vacunas a quienes están realmente en peligro frente al virus, ya sea por estar expuestos en sus lugares de trabajo como por presentar condiciones de salud de riesgo.
Pero, como en todos los actos de gobierno de esta gestión que carecen descaradamente de transparencia y están plagados de irregularidades, se finge brindar información a la sociedad aportando datos que, en el fondo, resultan irrelevantes si no se da a conocer lo demás.
Así, el ministerio de Salud de la provincia informó este lunes acerca de la llegada a Entre Ríos de “otras 24.400 dosis de la vacuna Covishield contra Covid-19”.
Se aclara, para mayor “transparencia” que las dosis “fueron depositadas en la II Brigada Aérea de Paraná”.
Y más adelante se detalla que “Entre Ríos ha recibido desde que comenzó la Campaña de Vacunación en diciembre de 2020, más de 244.000 dosis de las distintas vacunas disponibles: Sputnik V, Covishield y Sinopharm”.
“En síntesis”, se insiste en aclarar, “se recepcionaron 117.400 entre primer y segundo componente de la vacuna Rusa; 78.801 de Sinopharm (China) y 47.800 de la desarrollada por el laboratorio AstraZeneca”.
La gran pregunta que el gobierno provincial sigue vergonzosamente sin responder es quiénes se aplicaron aquellas vacunas.
La presuntamente detallada información recuerda a la que se brinda cuando un llamado a licitación para alguna compra o contratación, en las que se suelen poner hasta los centavos que el gobierno provincial pretende gastar, aunque se evita deliberadamente mencionar con precisión qué se hará con ese dinero.
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Abiertamente, desobedeciendo una resolución nacional y la voluntad popular, las autoridades del gobierno provincial siguen ocultando los nombres de los vacunados vip, avalando el robo de vacunas y la burla para los entrerrianos que hace más de un año conviven con la incertidumbre de la pandemia.
La “información” brindada acerca de la cantidad de vacunas que llegan a la provincia resulta totalmente irrelevante si no se especifica cuántas se destinan a qué grupo poblacional.
Por ejemplo: x cantidad para personal de salud, x para personal educativo, x para personas de riesgo, ex para adultos mayores, x para “personal estratégico”, y en este último caso, el listado correspondiente de quiénes recibieron cada dosis.
En medio de la pandemia, las vacunas son un preciado bien del Estado que debe estar al servicio de la población, no solamente de aquellos que por ser parte del gobierno y que por amiguismos gozan del privilegio de acceder a ellas, quitándole la posibilidad a quien realmente la necesita de defenderse contra el virus.
En tanto, el mensaje sigue siendo el de cuidarse, tomar las medidas de prevención, seguir los protocolos, algo que ni siquiera las autoridades que lo pregonan hace.
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Claro, ellos son vacunados vip, con el discurso de la transparencia para la tribuna, mientras los vecinos de a pie se tienen que seguir cuidando para, en el mejor de los casos, no ser sancionados y, en el peor, no sufrir por el virus.

		
1 comentario
Estan todos desesperados para ver si alguien se olvida una cajita y se la chorean otra vez para colocárselas ellos y sus amiguitos y familiares, no tienen cara ni vergüenza