Patético: Denuncian que funcionarios tienen empleadas domésticas pagadas por el Estado mientras en el San Roque no hay personal de limpieza

La desidia del gobierno llegó a la salud: médicos y enfermeras tienen que relegar sus tareas para limpiar las salas, habitaciones y demás instalaciones para poder trabajar en condiciones.

Una gravísima denuncia llegó a este Portal proveniente de médicos y enfermeros del Hospital Materno Infantil San Roque de Paraná.

Según sostienen, los fines de semana tienen que hacerse cargo del aseo de las habitaciones, salas y demás instalaciones del nosocomio porque el personal de limpieza no concurre al trabajo.

De acuerdo con los reclamos que llegaron hasta este medio, los profesionales de la salud tienen que cumplir con las funciones de limpieza, además de las propias, para poder trabajar en condiciones.

Esta situación, dejaron trascender, no es un hecho aislado, sino que ocurriría todos los fines de semana en el nosocomio infantil más importante de la provincia. Tal es el hartazgo de los profesionales de la salud con esta situación que dejaron trascender en las redes sociales fotos en las que se ve a enfermeros trapeando las salas.

Es más, declaran que en más de una oportunidad, alguna sala o habitación se ensucia el viernes y queda sin limpiar hasta el lunes siguiente, cuando llega el personal de limpieza.

Pero la denuncia no se detiene solamente en el hecho de que médicos y enfermeros tengan que relegar sus tareas para limpiar o que no puedan trabajar en condiciones adecuadas, sino que revela una grave situación que involucraría a funcionarios del Ejecutivo provincial.

Afirman que algunas de las primeras líneas del gobierno tienen en sus hogares particulares a empleadas y empleados domésticos pagados por el Estado.

Lo que manifiestan es que los altos funcionarios les hacen firmar a quienes se desempeñan como sus mucamos contratos con la provincia.

De ese modo, son la provincia y los entrerrianos quienes pagan los sueldos de empleados particulares de algunas de las primeras líneas, que no gastan un peso de su bolsillo para la limpieza de sus casas y departamentos en las zonas más costosas de la capital provincial.

Es más, afirman que esta maniobra se ha ido propagando en diferentes áreas y ministerios del Ejecutivo y que son cada vez más las primeras líneas que tienen empleados domésticos, niñeras y demás, pagados con fondos del erario público.

Mientras estas gravísimas e indignantes situaciones ocurren, este fin de semana en el San Roque falleció un pequeño de tres años que se había intoxicado con cianuro en su casa de Concepción del Uruguay, desde donde fue derivado a la capital provincial junto con sus hermanos de dos y seis años que se encuentran internados con el mismo cuadro.

Según confirmaron funcionarios de salud, fue necesario mandar a pedir kits de suero especiales de un hospital de Buenos Aires, para lo cual el gobernador Gustavo Bordet informó a la prensa que dispuso que el avión que tiene contratado la Provincia para su utilización en caso de ser necesario.

Precisaron que la medicación no se encuentra en la provincia y el hospital Posadas de Buenos Aires es el único especializado en ese tratamiento, por lo que personal del San Roque se comunicó con la gente de Toxicología de ese nosocomio, que es insignia del área toxicológica, especializado en pediatría.

Lamentablemente, a la espera de ese suero vital, uno de los niños internados falleció, por lo que inmediatamente surgió la pregunta en la población de por qué una medicación que puede salvar una vida no se encuentra en la provincia.

En tanto, funcionarios, primeras líneas y demás privilegiados del gobierno provincial realizan gastos privados con fondos del Estado, manejando con total discreción el dinero del erario público, que podría invertirse en las necesidades reales de los entrerrianos.

Mientras hay funcionarios que cobran sueldos de casi medio millón de pesos, sin pagar luz ni ganancias, usando dinero y recursos del Estado para fines privados, la desidia y la impunidad del gobierno provincial afecta al derecho más básico del ser humano: la salud, y eso es imperdonable.