El argumento son los más de 4.300 millones de pesos que costarán las primarias, en las que no habrá internas para la presidencia pero Cambiemos no quiere llegar a las generales con un paso en falso en agosto.
Las negociaciones en la mayoría de las alianzas electorales se encaminan a que haya lista única en los cargos electivos principales, entre ellos, las fórmulas presidenciales. De esta manera, tanto el oficialismo como la oposición evitarán que las Primarias Abiertas Simultáneas Obligatorias (PASO) sean el mecanismo que defina las candidaturas partidarias.
En los últimos días, el anuncio de Sergio Massa de presentarse como candidato a diputado nacional zanjó de manera definitiva la posibilidad competencias internas. Ni Mauricio Macri, ni el ex jefe de Gabinete, Alberto Fernández ni el ex ministro de Economía Roberto Lavagna tendrán oponentes internos el 11 de agosto. Aún así, el esfuerzo electoral costará, según fuentes oficiales, unos $4.300 millones.
Más allá de esa abultada cifra, la principal preocupación del gobierno nacional es dar un mal paso en agosto, que lo deje mal parado para las elecciones generales de octubre.
Se sabe que las primarias no son definitivas, pero marcan el rumbo hacia las generales y el gobierno nacional apunta a suprimir las PASO porque prevé que podría tener un resultado adverso en agosto.
¿Qué debería suceder para que se suspendan las PASO? El secretario de Asuntos Políticos del Ministerio del Interior de la Nación, Adrián Pérez, advirtió que para ello tendría que alcanzarse un «acuerdo político» y que se sancione una ley con mayoría especial en el Congreso de la Nación.
«No hay forma de hacerlo con un DNU porque no se puede. Tendría que ser un acuerdo que pase por el Congreso y que se suspenda para esta coyuntura, que no va a haber competencia entre las fuerzas», precisó Pérez en diálogo con el periodista Luis Novaresio, por radio La Red.
El funcionario de Interior puso en duda «si se está a tiempo para tener un acuerdo» entre los distintos bloques políticos con representación en el Congreso, pero en su opinión aclaró que está de acuerdo con suspender los comicios al «no haber competencia» intrapartidaria.
«Organizamos una elección que tiene un costo alto para no dirimir ninguna candidatura. El sentido de esta ley era que la ciudadanía pueda participar de una interna abierta entre los candidatos de las fuerzas políticas. Obviamente, cuando hay listas únicas, se pierde el sentido original de esta ley», afirmó el secretario de Asuntos Políticos.
Consultado sobre con el umbral del 1,5% de votos que exige las PASO para competir en las elecciones, Pérez aclaró que de existir un consenso para suspender los comicios, lo lógico sería que todas las alianzas puedan «ir directamente a las elecciones generales». Es decir, se eliminaría el piso mínimo de sufragios exigido a los partidos políticos.
Las elecciones primarias se instituyeron a través de la Ley 26.571 sancionada en 2009, tras la derrota legislativa que sufrió el kirchnerismo ese año. Como advierte el título de la normativa, el objetivo apuntaba a la «democratización de la representación política, la transparencia y la equidad electoral».
Años atrás, el presidente Mauricio Macri impulsó una reforma electoral que, entre otros puntos, buscaba eliminar la obligatoriedad de las PASO. Sin embargo, la tentativa no tuvo apoyo y el proyecto oficial naufragó en el Congreso.
Las PASO fueron objeto de controversia desde su origen entre los analistas políticos, dirigentes partidarios y expertos sobre temática electoral. Sus adherentes advierten que mejora la oferta política, reduce la cantidad de boletas en el cuarto oscuro, y permite estabilizar las coaliciones electorales.
En el Gobierno, en cambio, apuestan a otros sistemas de primarias de índole voluntario. «Chile tiene un sistema de primarias que no es obligatoria para los partidos ni para el ciudadano. Hay que revisar la ley», insistió hoy Pérez.